POR EL MACIZO DEL MULLIR



COMO LLEGAR
Desde Bilbao, tomar la autovía A-8 hacia Santander y salir en Beranga. En la rotonda, girar a la izquierda hacia el centro del pueblo, dejar a la derecha la desviación a Noja y seguir dirección Santander hasta el final de Beranga. Justo allí girar a la izquierda, pasando por debajo de la autopista, dirección Hazas del Cesto y Solorzano. No salir de la carreta que nos eleva hasta el puerto de Alto Fuente de las Varas (448 m) En el mismo puerto hay un cartel que indica a la izquierda desvío a la Junta de Voto y Aras. La carretera desciende ligeramente durante un kilómetro hasta la Collada del Esquilo (426 m.). Justo antes del cartel de la Junta de Voto hay sitio para aparcar a la izquierda. Al otro lado de la carreta está el inicio de la ruta.

Son las 9.35. Cruzamos la carretera y empezamos a andar `por una pista de piedrilla (SE) que deja a su izquierda un área de pic nic devastada, pues han roto todos los bancos y mesas y apenas quedan varias parrillas donde se encendía fuego. Una pena pues un sitio muy bonito y carretera apenas tiene tráfico. No hemos avanzado más de cien metros cuando cogemos una desviación a la izquierda (de frente se llega a unas bordas) con el mismo tipo de firme. Tomamos
dirección hacia la mole del Copete o La Muela que subiremos a la vuelta.

Atravesamos una primera valla rústica, transitamos por debajo de la línea de alta tensión que ha arrasado parte de la ladera del macizo que da a la Junta de Voto y que supone un destrozo monumental físico y visual que resulta casi intolerable. La pista empieza a estar rodeada de bosque.

30´. Cruzamos por un paso canadiense y dejamos a nuestra izquierda un depósito de cemento que contiene agua. Hay que estar atentos. Cuatro minutos después unos cairns al borde del pinar (derecha según avanzamos) nos indican que hay que abandonar la cómoda pista. Se empieza a ascender por un sendero de tierra (SO), embarrado tras las lluvias, que nos permite empezar a coger altura en serio.

El sendero está bien marcado mientras transita por dentro del bosque (hay tiras de plástico en los pinos) Al salir a terreno despejado la senda no es muy clara, pero hay que tirar de intuición y seguir para arriba hacia un collado que se intuye más que se ve, de los desplomes de La Muela. El terreo está ya despejado y no hay mayores problemas que ir superando la pendiente.

Collado. (548 m.) 40´.

Poco antes se nos han unido en la subida, por nuestra izquierda, unas marcas rosas y azules. Llegados al collado, vemos unas corralizas y una pequeña dolina rodeada de muros de piedra seca. Las marcas rosas y azules nos invitan a enfrentarnos a la empinada ladera que vamos superando con comodidad.

Pronto debemos olvidarnos de las azules (grandes, horribles y muy mal colocadas) que suben directamente hacia La Muela y que volveremos a encontrar al bajar, que nos permiten salvar algunos escalones rocosos. Las flechas rosas nos llevan a una faja herbosa que comienza a contornear la montaña (SO) abriéndose a nuestros pies el enorme valle cerrado en el que se asienta Matienzo. Vamos andando con comodidad, una subida suave, con amplias vistas en todas direcciones. Tenemos siempre los desplomes de la Muela a la izquierda y a nuestros pies Matienzo. Según nos acercamos a La Llusa la dirección se torna SE. Algunas vacas y cabras nos miran con curiosidad. ¿Qué pensarán?

1.20´. Nos asomamos al poljé o dolina de La Llusa, un agujero kárstiko (llamados dolina o poljé) impresionante que se abre redondo a nuestros pies. Imanol y Emilio, que no lo conocían, están impresionados. Lourdes y yo sonreímos, recordando seguramente que en nuestra primera vez abriríamos la boca igual. Un lugar maravilloso.

Debemos seguir. El Mullir está encima de nosotros y parece que nos llama. Observamos desde nuestra posición que una línea diagonal, por encima de la Llusa, es el camino más idóneo. Vamos siguiendo las flechas rosas, perdiendo algo de desnivel en la vertical de Matienzo, no extraviándolas pues marcan el mejor camino. Éste es un sendero de tierra que serpentea entre las afloraciones calizas y altas hierbas (por aquí llamadas Len) También existen algunos cairns , algunos que restauramos para hacerlos más visibles y ponemos otros nuevos en sitios estratégicos. No hay pérdida, la cima está ya ahí.
Mullir, 841 m. 1.45´.

Giramos 360º y no podemos decidirnos por dónde está la mejor panorámica.

De NE a NW vemos toda la línea de la costa, destacando la Bahía de Santoña y Laredo con el Buciero y la de Santander.

De SE a SW las montañas de los confines de Bizkaia. Pico Moro, Mazo y Ranero, Mortera, cordillera del Zalama, Sierra de Hornijo con el atrayente San Vicente, Rocias y Mortillano…
Volvemos por el mismo camino ( más o menos N) hasta la altura de la Llusa y avanzamos manteniendo los pequeños cantiles ahora a nuestra derecha. Cuando vemos una abertura en ellos (unos diez minutos desde la Llusa) subimos hacia ella. Tras alcanzarla vemos de frente que, una segunda muralla, presenta otra abertura. Ascendemos primero por un sendero que serpentea entre las calizas, una pequeña cuesta herbosa y la entalladura. En su entrada hay una marca peculiar. Dos líneas pintadas en la piedra, amarilla y negra, que nos permiten ascender por el caos de rocas que nos rodean (Es importante seguirlas porque si no nos metemos en un laberinto de piedra que nos puede complicar la vida)

La doble raya nos saca en tres minutos de la caliza y nos aupa al cordal herboso de La Muela. A nuestra derecha en otros tres minutos alcanzamos el borde de la dolina gigante de la Llusa. Allí mismo nos sentamos para comer el bokata.

Tras el ágape desandamos los metros recorridos anteriormente y proseguimos hasta la cumbre de La Muela que tenemos al alcance de la mano. Son cinco minutos desde el saliente de la dolina.

La Muela (también llamada Copete) 802 m.

Desde aquí volvemos a encontrarnos con las feas marcas-círculos azules que nos empiezan a encaminar en descenso hasta el collado de 548 m. de la subida. Lo vemos a nuestros pies. Descendemos hacia él siguiendo las marcas o por donde mejor creamos sorteando los pequeños resaltes que entorpecen la bajada. Tardamos 25´ en alcanzarlo y, a partir de aquí no nos queda más tarea que desandar el camino de subida hasta la pista. Será otro cuarto de hora. En veinte minutos más estamos en el coche.
NOTA

Es una ruta que se debe desdeñar con niebla o lluvia. Por sus características, con ambos elementos, puede resultar peligrosa. En el monte la prudencia es una virtud nunca suficientemente valorada.

Eduardo.





OTRA POSIBILIDAD.

Nuestro amigo Xabi nos ha enviado estos mapas del Mullir que coinciden en lo fundamental con la subida que describe Eduardo. Posiblemente son más claros que los que colgamos de Google Earth. Sólo hay que tener en cuenta que al afrontar el tramo final son recorridos distintos. Los mapas que envia Xabi indican una subida directa sin acercarse a la Llusa y a la vuelta no pasan por la Muela.