LOS CAMPANARIOS POR EL COLADERO DE LA TORTUGA, DESDE LUNADA.

EUSKERA

 El Parque Natural de Los Collados del Asón se encuentra en el valle de Soba, Cantabria, y representa, geológicamente, un ejemplo destacado de modelado kárstico. Las masas calcáreas fueron primero talladas por la glaciación cuaternaria y, posteriormente, la erosión del agua y el viento esculpieron un paisaje que, además de hermoso, encierra rincones verdaderamente singulares. Canalahonda, Las Hazas del Respiradero, el poljé de Brenavinto o las cimas que rodean el parque —La Porra de la Colina, Carrio, Pizarras y Los Campanarios, entre otras— dan testimonio de ello.

Una de estas cimas, Los Campanarios, es la protagonista de esta ruta, que nos llevó por uno de los parajes más curiosos del parque: el coladero de la Tortuga.

Iniciamos la marcha en el valle de Lunada. Un poco más adelante del kilómetro 6 de la carretera BU-572, que sube al puerto de Lunada desde Las Machorras, pasado el desvío hacia las pistas de esquí, hay un ensanche en la carretera donde es posible aparcar. Justo enfrente nace una pista que se dirige hacia Los Porrones de Peña Lusa, primero hacia el este y luego hacia el noreste. Al llegar bajo el pico Becerril, un poste señalizador —que suele estar caído— indica la dirección de Los Collados del Asón (NE). A nuestras espaldas queda la muralla que forman el Pico La Miel, Castro Valnera y Cubada Grande, cerrando el valle de Lunada por el suroeste, y a la derecha se alza la mole que forman Peña Lusa y Los Porrones (Bustarejo y Becerril). A la izquierda destaca la bola de las Motas o Picón del Fraile.

Siguiendo la indicación, descendemos (NE) cómodamente por un frondoso hayedo en dirección a las cabañas de Ojon, situadas bajo la cara sur de Los Campanarios. Superado el bosque, entramos en una zona de vegetación baja pero transitable. A nuestra derecha queda la cara norte de Peña Lusa y Los Porrones. En el camino aparecen algunas balizas —postes de madera con marcas blancas y amarillas, ya muy desvaídas— pertenecientes al sendero de Bustarejo. La senda desemboca en una pista, con un pequeño bosque de alisos a su izquierda según la marcha.

Llegamos a un cruce, ya en las cabañas de Ojon, donde conectamos con la senda de Hondojón. Continuamos (NE) en dirección a Los Collados del Asón, atravesando un arbolado de hayas y robles. Poco después, dejamos la senda de Hondojón girando a la izquierda, en un quiebro casi de 180º, para dirigirnos al oeste.  Es recomendable estar atentos en este punto, ya que es fácil despistarse. Un track de GPS puede ser de gran ayuda para no perder el rumbo.

Frente a nosotros se eleva la vertiente oriental de Los Campanarios, con forma de proa de barco; a la derecha, en el valle, se extiende el poljé de Brenavinto, y al norte se perfilan las cumbres de La Porra de la Colina y Carrio.

Avanzamos (O) entrando en la cara norte de Los Campanarios, en busca del desvío hacia el coladero de la Tortuga. El GPS tambien es clave aquí. A nuestra izquierda, una senda apenas perceptible se dirige suavemente hacia el sur, pero pronto se empina y encara una durísima canal con pendientes superiores al 40 %. Subimos pegados a la derecha de la canal, por donde la hierba cubre la caliza, para evitar la pedrera. La fuerte pendiente termina en una pared, junto a una cavidad. A nuestra izquierda, colgada de los riscos, aparece la famosa tortuga: la erosión ha esculpido en la roca caliza una figura que recuerda una tortuga, con una tortuguita sobre su caparazón.


La ruta continua a la derecha de la pared. La cuesta pierde inclinación, pero todavía es una pendiente considerable. Arriba se entra en el lapiaz de Los Campanarios. La caliza fragmentada y colonizada por la vegetación domina el entorno. Continuamos, a nuestra derecha, hacia oeste, bordeando una dolina y salimos a una zona despejada donde ascendemos por una chimenea. Ya por fin alcanzamos la cresta cimera y en breve nos situamos en una de las cimas de Los Campanarios (1299 m). Seguimos en dirección suroeste, viendo al fondo la bola Las Motas. Pasamos por la izquierda de una elevación con forma de cresta algo más baja que la que acabamos de subir y por último nos colocamos en la cumbre de un promontorio que da la altitud más elevada (1322 m).

Sin perder la orientación, descendemos hacia un establo con una charca, conocido como "la casa con pozo". Aquí volvemos a conectar con la senda de Hondojón y cambiamos de rumbo hacia el sureste. Esta senda, balizada, desciende hasta el valle de Ojon. En el descenso alcanzamos un pozo. Si siguiéramos hacia la izquierda (noreste), continuaríamos por la senda de Hondojón hasta los Collados del Asón. Sin embargo, nuestro objetivo es regresar al valle de Lunada, por lo que debemos tomar la dirección contraria, hacia el suroeste.

Desde el pozo, nos dirigimos a la derecha (SO) por una pista que se adentra en el fondo del valle, cerrado por las laderas de Los Porrones y Las Motas, cubiertas de un espeso hayedo. Curiosamente, este paraje también se conoce como Hondojón, aunque la senda homónima solo llega hasta su entrada.

Antes de alcanzar el fondo del valle, a mano izquierda nace una senda que se interna en el hayedo. En un punto, junto a un grupo de alisos, destaca una piedra. Entre ella y los alisos comienza una especie de senda o pista poco definida, señalizada al principio con algunos hitos. Esta sube entre las hayas (SE) hasta enlazar con la pista por la que bajamos al principio desde el valle de Lunada. Retomamos el camino de la mañana en sentido inverso y regresamos al aparcamiento donde habíamos dejado el coche





DATOS

DISTANCIA: 15 KM

DESNIVEL POSITIVO: 765 M

TRACK PARA GPS

FOTOS DE LA MARCHA