PEÑA EZKAURRE DESDE EL PUERTO DE ARGIBIELA

 

Peña Ezkaurre es una enorme elevación caliza, muy prominente por su cara NE, situada en el flanco oeste del valle de Zuriza. Desde su cima se domina el valle y las montañas que lo forman, pero además se puede contemplar el pirineo más occidental en todo su esplendor: Ori, La Kartxela, Anie, Txamantxoia, Alanos, Peña Forca, Mesa de los tres reyes, Petrechema, Acherito, Chinebral de Gamueta, Castillo de Acher, Midi d´Ossau etc.




Al parecer, el topónimo euskerico Ezkaurre significa “delante del río Ezka” “Ezka (a)urre(an)”. Se puede entender que el nombre responde a la posición de la montaña, ya que es el punto culminante de un cordal que viene desde Isaba (Valle de Roncal) y recorre el valle de Benabarce por su lado sur. El río Ezka recorre el valle de Roncal de norte a sur y al llegar a Isaba pasa por debajo del cordal de Peña Ezkaurre.


Dejamos los coches en el puerto de los navarros o puerto de Argibiela (1295 m), situado entre el valle de Benabarce y el valle de Zuriza. El itinerario que seguimos está claramente señalizado porque coincide con un tramo de la GR 11 que une este puerto con Isaba pasando por la cima de Peña Ezkaurre. Sólo tuvimos que seguir las marcas rojas y blancas de GR. Comenzamos a andar con dirección S siguiendo una pista que circunvala Punta Abizondo. Pronto el camino gira hacia el oeste (1360 m) y se convierte en una senda que sube en marcada pendiente por el hayedo de la cara sur de Punta Abizondo. Alcanzamos el collado de Abizondo (1630 m) y desde aquí afrontamos la cara norte de Peña Ezkaurre.
Aunque subimos en diciembre ya avanzado, no había nada de nieve, solo algunos neveros en el hayedo. Así que encaramos la empinadísima cuesta de roca caliza de la cara norte con suelo seco. La dificultad hubiera sido mayor en caso de estar con nieve, sobre todo al bajar, porque la inclinación puede superar en algún tramo los 40º. A buen ritmo y con dirección SO alcanzamos la cota de 1880 m a partir de la cual la cuesta se suaviza.


En este último tramo la senda se dirige al sur recorriendo un amplio pedregal de rocas calizas, hasta llegar a la cima de Peña Ezkaurre (2050 m). Cuando llegamos al pedregal nos sorprendió un manada de rebecos que lo atravesaba y una bandada de cuervos que lo sobrevolaba. La última sorpresa estaba en la cima donde una gran dolina ha dejado un gran socabón y una especie de segunda cima al otro lado del agujero, a la que también nos acercamos. Además, al parecer por iniciativa de los muchos montañeros que suben este monte, la cima está adornada con lajas puestas de pie a modo de lápidas. Como decía al principio, las vistas son impresionantes y pudimos disfrutarlas porque el día fue climatológicamente esplendido.


DATOS

DISTANCIA: 14KM (IDA Y VUELTA)

DESDE ARETA A GORDEXOLA PASANDO POR EL GANEKOGORTA Y OTRAS NUEVE CIMAS.





El Grupo de montaña Muinarrikolanda de Sopela, entre sus excursiones habituales, está llevando a cabo la vuelta a Bizkaia siguiendo la GR 123. En concreto el pasado noviembre realizaron la 13ª etapa, desde Areta, un barrio de Laudio, hasta Gordexola. Tuve la suerte de hacer el recorrido con ellos. En estas líneas lo intentaré describir.


El autobús nos dejó en Areta (140 m) y desde aquí subimos a Alpitxu. El itinerario comienza en una pendiente muy pronunciada por un camino cementado, más o menos, con dirección N. Pronto entramos en un pinar siguiendo una pista, que sin perder la orientación N, va zigzagueando mientras gana altura rápidamente. En la cota de 360 m abandonamos la pista y cogimos una senda a la izquierda que entra directamente entre los pinos y con dirección NO se dirige a la cima de Alpitxu (500 m). Seguimos por el cordal (NO) y sin ganar ni perder altura, en unos 500 metros, llegamos a una nueva cima Otsoerreta (500 m).


En este momento cambiamos de orientación a norte para bajar una empinada ladera. Al final encontramos el collado de Burgutze. Aquí mismo cogimos una pista que nos llevo (NE) casi hasta la cima de Goikogane. La pista va ganando altura hasta encontrar las pronunciadas laderas de Goikogane. Una vez que alcanzamos el cordal nos dirigimos (O) para llegar a la cima y al buzon de Goikogane (702 m).
Sin perder el cordal y con dirección (NO) encadenamos varias cumbres. Primero alcanzamos los buzones de Mugarriluze (729 m) y Kamaraka (797 m) y luego, después de descender al collado de Solobide, subimos a la cima de Gazteluzar (718 m).


Desde que alcanzamos el cordal de Goikogane veníamos contemplando al noroeste la línea entre Ganekogorta y Galarraga. Ahora los tenemos encima y nos dirigimos hacia Ganekogorta. El camino nos lleva (NON) por pista que al llegar a las laderas de Ganekogorta se convierte en senda. La cuesta es pronunciada pero poco a poco conseguimos alcanzar la cima donde hicimos un descanso y recuperamos fuerzas. Ganekogorta (996 m).


Después del bocata, cogimos el cordal que sale de Ganekogorta y se dirige a Galarraga (OSO). Es un paisaje de campas de altura. Pasamos primero por Pagero (959 m) y poco después alcanzamos la pared de Galarraga. Para acceder a la cima hay que trepar por una chimenea. No es difícil, además está equipada con cuerdas y una zirga. Una vez en la cima de Galarraga (901 m) descendimos por su arista suroeste. Los primeros metros los recorrimos SE pero una vez conectamos con la arista descendimos la empinadísima ladera (SO). Desde el collado continuamos unos metros (SO) para pasar por el último buzón de la jornada Kiputxeta (723 m).


Nos quedaba bajar a Gordexola. Fue un largo descenso, de cerca de 8 km, siguiendo una pista y las marcas rojas y blancas de la GR 123, pero además hay postes indicadores que señalan el camino a Gordexola. Hay que tener cuidado para no equivocarse con los caminos que bajan a Sodupe. Los primeros kilómetros tienen orientación (ONO). Se pasa por varios caseríos, el caserío Minaur que está en ruinas, el caserio Sagarmina y el caserio Urtiaga. En éste último volvimos a cambiar de dirección (SO). Al de 2 kilometros llegamos al barrio Azkarai, ya en Gordexola, donde cruzamos la carretera BI 3641. Más adelante alcanzamos el rio Herrerias a la altura de la Torre Zubiete y siguiendo el curso del río (SO) entramos en el centro de Gordexola por el puente al lado de la Torre de Orixando.
En total anduvimos 22km y subimos un desnivel positivo de 1330 m.



DATOS
DISTANCIA: 21,66 KM
DESNIVEL POSITIVO: 1343 M



PICO LA MIEL, CASTRO VALNERA Y CUBADA GRANDE





Aparcamos los coches en el parking de las pistas de esquí de Lunada (1280 m), justo a los pies del Pico La Miel. Comenzamos a caminar (SO) siguiendo la línea de los remontes, aprovechando que el brezo en esta área había sido cortado. Llegamos al collado que separa las dos cimas del Pico La Miel y nos dirigimos (N) a la cima norte o Canto de las Corvas. Desde el collado tiene el aspecto de una muralla. Hay que trepar el muro que da acceso a la plataforma cimera donde se encuentra el único buzón de este monte (1564 m). Buenas fotos del Castro Valnera y de Peña Lusa. Volvimos al collado y continuamos, primero S y luego SO, sin perder altura, siguiendo la arista, hasta la cota de 1570 m, punto culminante del Pico La miel.


Sin perder la dirección iniciamos el descenso, pero en seguida cambiamos a SE por una senda que baja una pendiente muy marcada hasta encontrar el camino que viene desde las pistas de esquí rodeando el Pico La miel y se dirige al collado del Alto La Piluca (1420 m). Nos dirigimos (O) a este collado que está situado entre el Pico La Miel y el Castro Valnera. A continuación, la senda asciende (OSO) al collado del Alto de la Pirulera (1520 m), entre el Torcaverosa o Pico Los Llares y el Castro Valnera.
 
 

Tenemos delante la arista nordeste del Castro Valnera y las impresionantes vista de su cara norte. Iniciamos el ascenso de la arista (S) por una rampa muy empinada donde tuvimos que usar las manos para trepar un tramo corto. Sin salirnos de la arista y con dirección SO fuimos ganando altitud hasta alcanzar la plataforma caliza que conforma la cima del Castro Valnera (1717 m). 
 

Descendimos del Castro con dirección general Sur, pero el itinerario hace varios zig-zag y se pueden tomar varias opciones. Nosotros atravesamos unas plataformas calizas y zigzagueamos en la parte final siguiendo hitos y las sendas más visibles. Llegamos a un paso encajado que desciende directamente al gran Collado entre Castro Valnera y Cubada Grande. 

 
 
Unos postes indicadores nos señalaron la dirección hacia la cima de la Cubada Grande. Primero subimos hacia el sur por una dura cuesta y una vez alcanzamos unos grandes bloques de piedra fuimos hacia SE, pegados al gran murallón que cierra el paso a la cima. En unos metros alcanzamos una grieta de la muralla, muy estrecha, una persona grande tendría dificultades para pasar, que nos permitió atravesarla y acceder a la zona alta muy cerca de la cima a la que llegamos en pocos minutos con dirección NE.


Volvimos de nuevo al Collado por el mismo camino. Para volver a las pistas de esquí y recuperar los vehículos dimos un rodeo un poco largo pero muy interesante. Cogimos la vaguada que desde el Collado baja al Bernacho (ENE). Después de atravesar un bonito hayedo llegamos a las cabañas de Bernacho. Desde aquí buscamos una senda que sube (NO) hasta el collado del Alto la Piluca remontando la vaguada formada entre las estribaciones del Castro y el Pico la Miel. En un primer momento nos dirigimos a las cabañas que teníamos enfrente y al otro lado de la vaguada encontramos la senda, paralela a los muros de piedra. Sin salirnos de la senda fuimos ganado altura hasta encontrar el camino que cogimos cuando descendíamos del Pico La Miel para encaminarnos al collado del Alto de Piluca, solo que esta vez nos dirigimos en dirección contraria ( ENE), en dirección a las pistas de esquí. En este tramo encontramos algún rincón francamente atractivo, unos pozos de agua con Peña Lusa como telón de fondo. En un momento el camino gira al norte y en breve llegamos a las pistas de esquí donde acabamos nuestra aventura.
En total recorrimos unos 14,5 km y subimos un desnivel de 1200 m.





FLYSH DE ZUMAIA A DEBA





La costa occidental de Gipuzkoa destaca por las llamativas formas de sus acantilados. El tramo comprendido entre Zumaia, Deba y Motriko (Biotopo protegido) se erigió como consecuencia de presiones tectónicas hace millones de años dando lugar a formaciones petreas estratificadas (Flysh), donde están representadas todas las edades geológicas de la tierra, de ahí que tenga un enorme valor científico. La estratificaciones se ven tanto en las paredes de los acantilados como en el suelo (rasa mareal). Pero además, la espectacularidad de estas formaciones le da a la zona un valor paisajístico difícil de encontrar. La verde Gipuzkoa entra en el mar con vestido de pliegues rígidos y perfectos dibujando una geometría que parece artificial.


Nosotros realizamos uno de los posibles recorridos, quizás el más frecuente. Pero hay itinerarios que transcurren por la parte alta de los acantilados y otros que recorren buena parte de la rasa mareal, a escoger el que más nos guste.
Iniciamos la marcha en la Ermita de San Telmo de Zumaia. A sus pies, los acantilados y la playa de Itzurun ofrecen las primeras vistas del recorrido. La senda sigue las marcas rojas y blancas de la GR 121 (Vuelta a Gipuzkoa). A los pocos metros de empezar (O) llegamos a los acantilados de Algorri donde encontramos los primeros tramos de rasa mareal. El camino se aparta de la línea de costa (S) y se dirige al interior ofreciendo un paisaje de contrastes entre el verde de las campas y el azul del mar recortado por la espuma de las olas que rompen. Avanzamos hacia el oeste para llegar a la zona de Saskarate. Un poco más adelante, nos desviamos de la GR 121, tomamos una pista a la derecha y en un nuevo desvío bajamos (N) a un mirador sobre los acantilados. Volvimos sobre nuestros pasos para recuperar la pista y con dirección SO dirigirnos al barrio Pagoeta donde volvimos a encontrar la GR 121.


Ahora la GR se dirige (NO). Bordea el monte Sorazu, pasa por los caseríos Arantzagoikoa y Arantzazpikoa y desciende hacia Portutxiki, otro mirador encima del acantilado. (El itinerario que recorre las playas y la rasa mareal aquí tiene un punto donde se ha instalado una cuerda y peldaños metálicos para trepar la pared del acantilado y salir de la línea de costa). El rincón permite contemplar un buen tramo del Flysh.
Sin perder la dirección que traíamos, en pocos metros, llegamos a la playa de Sakoneta situada sobre la rasa mareal. La verdad es que me impresionó mucho. Te quedas con la sensación de que alguien hubiera dispuesto las capas pétreas en forma de páginas de un libro y no solo conforme con alinear los acantilados, dispuso su orden en el suelo marino también. Crestas de piedra que nacen en el fondo del mar y recorren la playa en línea recta y paralelas, para remontar las paredes de los acantilados o viceversa. Saqué no sé cuantas fotos, pero me faltó tiempo para captar los infinitos detalles sorprendentes que el tiempo y la erosión han esculpido en semejante paisaje. Desde Sakoneta recorrimos la rasa con cuidado de no resbalarnos porque la piedra estaba mojada, hacía pocas horas inundada por la marea. Llegamos a un punto donde una cuerda nos ayudó a trepar por el acantilado y situarnos cerca de Mendatagana.


En vez de continuar por la GR 121 decidimos rodear Mendatagana tomando el trazado del antiguo ferrocarril (O). Atravesamos dos túneles cerca de la playa de Aitzuri y salimos a la altura de la depuradora de aguas de Arranomendi donde conectamos de nuevo con la GR 121. Después de subir una cuesta bastante empinada nos encontramos con la carretera (N634) que atravesamos. Remontamos unas campas, desde donde pudimos contemplar una magnífica panorámica de la costa de Deba, y llegamos a la ermita de Santa Catalina. La ermita está situada en un alto que domina la costa y nos permitió tener una panorámica completa del recorrido que estábamos haciendo. Ya solo nos quedaba descender a Deba. Primero cambiamos de rumbo hacia el sur, para llegar al caserío Etxeberri y luego (SO) continuamos bajando para salir al lado de la ermita de San Roque. Finalmente por la calle Buenos Aires llegamos al centro de Deba. Este trozo final, desde la ermita de San Roque, ya en casco urbano, es muy empinado y el suelo está empedrado. Puede haber resbalones.
En conclusión, para cualquier senderista un recorrido nuevo e imprescindible en el que se mezclan paisaje, cultura y deporte. Recorrimos unos 15 km y salvamos un desnivel acumulado de más de 500m.






LOS INFIERNOS DESDE LOS BAÑOS DE PANTICOSA




El sábado amaneció sin lluvia pero encapotado en los Baños de Panticosa. Nuestra pretensión era subir al pico los infiernos. Los diferentes partes meteorológicos nos informaron de que no llovería, pero las cimas estarían cubiertas por nubes densas sin apenas visibilidad alguna. Aún con todo, teníamos ganas y nos aventuramos.

Después de dormir y desayunar en La Casa de Piedra iniciamos el recorrido que nos supuso superar un desnivel acumulado de 1700m y una distancia de más 20km (ida y vuelta).
Salimos de La Casa de Piedra (1660 m) cuando el amanecer tocaba las cimas de Garmonegro y Argualas. Cogimos la senda de la GR11 (marcas blancas y rojas detrás de la Casa de Piedra) remontando el barranco del río Caldarés (N) hasta llegar a la altura del refugio del ibón de Bachimaña junto al embalse de Bachimaña bajo (2180 m). Este tramo, muy frecuentado, conserva su belleza natural. El río, encajado en el barranco, crea varias cascadas y saltos de agua cristalina que dan un aire fresco y salvaje al camino. El trazado atraviesa varias zonas de roca, más o menos pulida, pero que no tienen ningún peligro porque están protegidos con sirgas metálicas, en concreto conté cuatro sirgas. Pero en invierno ojo con estos pasos. La parte final se conoce como la cuesta del Fraile con su imponente cascada del mismo nombre. Al principio de la ascensión pudimos contemplar, mirando hacia el sur, Las Crestas de Foratura y más adelante, cerca del refugio de Bachimaña, hacia el oeste ya sobresalían las puntas del Pico Serrato y Xuans.

Una vez en el embalse de “Bachimaña bajo” seguimos los hitos y las marcas de la GR11 (NE) que avanzan por el margen derecho. Inmediatamente continuamos por el margen derecho del embalse de “Bachimaña alto”. El camino da un quiebro de 90º a nuestra izquierda (NO) y continúa recorriendo el margen, pero a cierta altura de la orilla. Hacia el noreste, dominando el embalse, sobresalen las cimas de Marcadou sur y Grand Pic de Peterneille.
Dejamos atrás el embalse y siguiendo el curso del arroyo y las marcas de la GR11 (O) alcanzamos los ibones azules (2400 m). Un paraje soberbio donde los haya. El atractivo agreste de los ibones, rodeados por las paredes de Punta Zarra, Pico Gaurier y Pico de Piedrafita al norte, de los Infiernos y Arnales, con sus neveros perpetuos, restos de anteriores glaciares, al oeste y del Pico de Bachimaña al sur, y el silencio del lugar, solo roto por mis compañeros y el murmullo del agua, me trasmitían una sensación, mezcla de tranquilidad y expectativa por lo que descubre la vista en cada momento.


Superamos los ibones. La cuesta se empina para llegar al cuello del infierno (2760 m) que separa el bloque de los Infiernos del Pico de las Marmoleras. Otro regalo para la vista, a nuestros pies (O) se extiende el ibon de Tebarray y a la derecha se yergue, imponente, el pico del mismo nombre.
A nuestra izquierda (S) nos esperaba una empinadísima ladera de piedra descompuesta que culmina en la cumbre del Garmo Blanco (2986 m), recibe el nombre por su marmolera blanca, especie de antecima que anuncia la proximidad del Pico infiernos.


Entre nieblas distinguímos la cresta que se dirige a las tres cimas de los Infiernos, francamente con un aspecto tenebroso. Avanzamos con cuidado siguiendo los hitos (S), a veces usando las manos para asegurar el paso. Llegamos a un rellano donde los hitos señalaban al este para subir los últimos 70 m de desnivel y alcanzar la cima occidental de Los Infiernos (3074 m). Luego atravesamos la marmolera de los Infiernos, una cresta blanca suficientemente ancha aunque muy espectacular y aérea, (SE) para llegar a la cima central (3082 m), y después de una pequeña depresión (E) a la cima oriental (3076 m).
Debido a las nubes tuvimos que cambiar de planes, además de no poder hacer ni una foto de las cumbres cercanas. Queríamos volver por el collado de Pondiellos, pero implicaba descender por la canal entre las cimas central y oriental y sin conocerla y sin visibilidad decidimos dar la vuelta por donde vinimos, aunque fuera más largo.


Nota.- Con carácter general se considera el margen derecho o izquierdo de un embalse o un río tomando como referencia la cabecera del río o arroyo que alimenta el embalse y la dirección del descenso del agua. En las descripciones es fácil confundirse porque se toma como referencia nuestra posición y si vamos subiendo por la cuenca de un pantano o río con frecuencia nos referimos a nuestra izquierda o nuestra derecha. Sin embargo deberíamos tomar como referencia la dirección del agua.
Nota.- Las rocas de estos macizos se consideran rocas metamórficas que se originan por transformaciones de otras anteriores causadas por altas presiones o temperaturas. Las más características son las que rodean a los granitos en el Pirineo Axial. Las altas temperaturas de los magmas que aquí existieron afectaron a las rocas mediante transformaciones de sus minerales, o su aumento de tamaño (recristalización). Este es el origen de las marmoleras como las de los Infiernos. El mármol se ha originado a partir de la caliza que existiría aquí previamente. Está formado por cristales de calcita que distinguimos a simple vista. Se raya y reacciona al ácido como la caliza. Si es puro resulta de color blanco o bastante claro, pero pequeñas impurezas de otros minerales pueden darle tonos variados.



DATOS
DISTANCIA: 20,9KM

LLAMBRION POR TIRO CALLEJO DESDE FUENTE DE



Dejamos el coche en el parking de Fuente De (1078 m) y nos dirigimos (primero NO y luego O) a la Canal del Embudo para subir a la Vega de Liordes. La canal dibuja un cerradísimo zigzag para remontar más de 800 m de desnivel, estando flanqueada por las paredes de Peña Remoña a la izquierda y las de La Gelada a la derecha. Desemboca en el collado de Liordes cerca de una zona con restos de antiguas minas. Un poco más adelante (O) entramos en la Vega de Liordes (1950 m). Es una amplia pradera de montaña encajada entre los paredones de la zona sur del macizo central. Al norte de la vega se levantan las paredes de La Padiorna, al sur el cordal definido por Peña Remoña, Torre Alcacero, Peña Regaliz y Tiro Pedabejo y al oeste la limitan Torre Salinas y La Torre del Hoyo de Liordes.


Continuamos nuestro camino hacia el refugio Diego Mella en el Collado Jermoso siguiendo el sedo de la Padiorna, bien señalizado y trazado (NO), que recorre la vega por su lado norte. Pronto, por el norte, una vez dejado atrás el muro de La Padiorna, aparecen las moles que conforman la línea Madejuno-Llambrion donde distinguimos el Tiro Llago y La Torre de las Minas de Carbon. Por el sur recortan el paisaje Torre Salinas, Torre del Hoyo de Liordes, Torre del Hoyo Chico y la Torre del Friero. Hacia el noroeste sobresale una estampa soberbia de Peña Santa de Castilla y de la Torre Bermeja en el macizo occidental. La senda continua (NO) por las Colladinas, un sube y baja interminable que circunda los desplomes de la Torre de Las Minas de Carbon y de la Torre de Casiano Prado hasta llegar al refugio (2060 m). 
 

Ya en el refugio, tenemos enfrente (NE) el impresionante circo de piedra que forman las moles de la Torre de Peñalba, la Torre de Diego Ubeda, la Torre de la Palanca, la Torre de las Llastrias y Llambrión nuestro objetivo. Hacia el sur y separado del Collado Jermoso por el gran tajo de la Riega de Asotín se levanta la Torre del Friero.


Iniciamos el ataque a las paredes de Llambrion deshaciendo un tramo del camino andado. Retrocedemos unos 500metros desde el refugio hasta encontrar un desvío a la izquierda que se dirige (N) a la base de las torres de Penalba y de Diego Ubeda. Ganamos altura, poco a poco, siguiendo los hitos y las marcas amarillas. Tenemos que superar unas llambrias en una fácil trepada (I) y llegamos a un rellano. Ahora las marcas amarillas y los hitos nos llevan hacia el este. Entramos en el Hoyo del Llambrión y el circo que forman la Torre de la Palanca, la Torre de las Llastrias y Llambrión. Con la misma dirección (E) visualizamos un gendarme que marca la entrada en el Tiro Callejo, pero antes de llegar tenemos que superar una pedrera muy inestable y desagradable para andar. Los hitos y la traza en la pedrera nos marcan un posible itinerario, pero tenemos que abandonar las marcas amarillas que se dirigen a la izquierda buscando otra vía de acceso al Llambrión.



Una vez debajo del gendarme vemos la canal oblicua conocida como Tiro Callejo, equipada con parabolts y con cuerda. Tiene dos resaltes, el primero (II) da acceso a un pequeño rellano de piedra descompuesta y a continuación el segundo (II+), un bloque empotrado algo más complicado. Salimos a una zona de piedra descompuesta donde todavía nos queda una última trepada (II-), de seguido la canal se dirige a la izquierda por terreno inclinado (35º) y descompuesto hasta llegar al collado del Tiro Callejo (2560 m).
 

 Pasamos a la vertiente del Hoyo Trasllambrión para acometer el tramo final por la cara este de Llambrión. Desde el collado, sin perder altura, nos dirigimos (S) hacia la base de la montaña de la que ya divisamos el hito geodésico de la cima. En agosto todavía perduraba un nevero. Tenemos que buscar una chimenea en la pared que nos da acceso a la arista cimera a pocos metros de la cima. A simple vista vemos una chimenea que sube directa hacia la cima, ésa no es. Algo antes, los hitos nos llevan a otra chimenea escondida (II). Primero sube de frente y luego tuerce a la izquierda. La parte final está muy encajada y acaba en un muro de unos tres metros con exposición al vacio (II+). Ya sólo nos quedan unos metros para llegar a la cima de Llambrión (2642 m).


Ni comentar el paisaje. Todo el macizo central en pleno. Peña Vieja, Naranjo, Tesorero, Torre Cerredo, Torre de la Palanca, Torre Blanca etc. Y lo más destacado del macizo occidental Peña santa de Castilla y Torre Bermeja.
Volvimos por el mismo camino. Nos quedamos a dormir en el refugio de Diego Mella. Al día siguiente regresamos Fuente De por la Vega de Liordes, como se ve en la colección de fotos.



 
DATOS
DISTANCIA: 14,22KM (Ida y vuelta desde Fuente De)
DESNIVEL: 1672M
 

MONTE BEDON DESDE CUESTAHEDO





Es una bonita ruta circular que recorre los cortados de Bedón. Es sencilla de realizar, con un desnivel de 300 m y una distancia de 6km. Se contempla una panorámica espectacular sobre la merindad de Montija.
 

Iniciamos la marcha en la iglesia de Cuestahedo (790 m), dentro del núcleo urbano de la aldea. Una pista, que arranca por el lado izquierdo de una casa cercana a la iglesia, comienza a subir suavemente con dirección noroeste. Al de unos 250 m llegamos a un cruce donde giramos a la izquierda cambiando de dirección a sur. Pasamos por un depósito de agua y continuamos por la pista. Algo más adelante ésta se convierte en senda mientras asciende de manera más pronunciada sin perder la dirección sur y tomando como referencia unas grandes piedras que vemos en lo alto del cortado. La senda con frecuencia está ocupada por la vegetación pero no se pierde. Hace dos pequeños zig-zag y llega por fin a la altura de las grandes piedras (980 m). Entonces hemos alcanzado la altura del cortado. Tenemos delante un bosque de pino autóctono y a nuestra derecha, hacia el noroeste, ya vemos los repetidores de televisión colocados en la cima de Bedon. Sólo tenemos que dirigirnos (NO) hacia la cima, bien siguiendo las sendas de ganado que se ven o bien siguiendo la línea del cortado. Llegamos a los repetidores y al buzón del Grupo Mendizaleak (1091 m).


Durante la subida podemos fotografiar el valle de Montija y las líneas de montaña de Picón Blanco y Caballo, la de Zalama y montes de Ordunte , la de los montes de Peña Mayor, Peña Hornilla etc cerca de Quincoces. Una vez en la parte alta del cortado también divisamos, hacia el sur, la sierra de la Tesla. Desde la cima, además, hacia el norte podemos contemplar Espinosa y el grupo de montañas del entorno del Castro Valnera y hacia el oeste la línea de los cortados del valle de Sotoscueva con Picón y Citorca y la sierra del Somo con el Neverón del Poyuelo.


Volvemos encaminándonos hacia el collado que separa Bedon de Picón, hacia suroeste. Una vez en el collado tomamos la pista que baja circunvalando el cortado de Bedon, primero hacia noreste y luego hacia el este, hasta llegar de nuevo a Cuestahedo pasando por el cruce que encontramos al iniciar la marcha.
 


DATOS
DISTANCIA:6,18KM
DESNIVEL: 315 M