Raquetas en Lunada


Se suele decir que detrás de la tormenta sale el sol. Y este fin de semana así ha sido. Después de que el sábado la borrasca Xynthia nos zarandeara y a más de uno le moviera el tejado, vino un domingo de sol espléndido. Estábamos en Espinosa de los Monteros y nada mejor que coger las raquetas y darnos una vuelta por Lunada. No teníamos experiencia de andar con ellas y fue todo un descubrimiento.

Nos encontramos una Lunada casi sin nieve. El viento sur, el huracán del sábado y el calor de los días pasados se la llevaron. Sólo quedaba en abundancia en las alturas del pico La Miel y el Castro Valnera. Las pistas de la estación de esquí todavía vestían de blanco, pero no lo suficiente como para que se pusieran en funcionamiento los remontes. El resto del paisaje era un salpicón donde los retazos de nieve sobresalían en un paisaje dominado por el brezo y los prados.
Trazamos un paseo un poco a nuestro aire. Recorrimos unos 5 o 6 kilómetros entre la ida y la vuelta.
En la carretera que sube al portillo de Lunada desde las Machorras, entre el Km 4 y el Km 5 hay dos parking para coches, en realidad dos ensanchamientos a la izquierda de la carretera. Dejamos el coche en el de arriba, en el que está más cerca del barrio “El Poviso” . A la izquierda del parking pasa un camino que con dirección NO atraviesa un grupo de cabañas, más o menos, paralelas a la carreta del puerto. Poco a poco el recorrido va cogiendo dirección O y al cabo de un kilómetro nos deja en la carretera de las pistas de esquí. Hasta aquí, prácticamente, no pisamos nieve. Pero en adelante la nieve dominaba a los matojos de brezo y decidimos ponernos las raquetas que no nos quitamos hasta volver al mismo punto. Ahora ya, con dirección O sin variación, recorrimos los (+ -) dos kilómetros que nos separaban de la estación de esquí. La única incomodidad sortear los muros de piedras que separan los prados. Esta parte del itinerario transcurre paralela a la carreta. Para volver pasamos al otro lado que también tenía suficiente capa de nieve. Un paseo para estrenar las raquetas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario