SELVA DE OZA: IBON DE ACHERITO DESDE GUARRINZA.



Fue un fin de semana en el Valle de Hecho. El sábado subimos a Lenito. Y el domingo, desde Guarrinza (1200m) dimos un paseo hasta el Ibon de Acherito (1875m). No por ser un paseo estuvo exento de dificultades, ya que tuvimos que usar crampones para superar algunas placas de hielo situadas en zonas muy inclinadas y cercanas al barranco.

Llevamos el coche hasta Guarrinza por la pista que sale de la selva de Oza y profundiza en el Valle. Aparcamos antes de cruzar el puente sobre el río Aragón Subordán.  Mirando al sur se contemplan unas vistas magníficas de las caras norte de Lenito y Peña Forca. Pasamos al otro lado del rio y continuamos por la pista hasta el barranco de Acherito, allí aparecen varios carteles explicativos e indicativos de dirección. Atravesamos el arroyo y seguimos las indicaciones de un poste con señalización verde que marca la dirección del Ibon y de las Foyas de Santa Maria y del Puerto de Palo GR 65. Durante unos metros seguimos al lado del arroyo de Acherito pero en breve tomamos dirección N ligeramente E para avanzar paralelos al arroyo de Las Foyas.

Más adelante encontramos un nuevo poste indicador de madera que nos marca varias direcciones. Exactamente a unos metros hay un punto que permite atravesar el arroyo sin problemas. Pasamos a la otra vertiente, pero seguimos ascendiendo con dirección N y un poco E. Estamos ascendiendo las laderas del Mallo Cristian que se precipitan sobre el barranco de Las Foyas. El Camino es ancho y cómodo, por lo que en poco tiempo alcanzamos una bifurcación con un nuevo poste indicador que nos marca a la izquierda la senda hacia el Ibon y a la derecha la senda hacia el Puerto de Palo, Las Foyas de Sta Maria y la G.R. 65.

Cogimos la senda del Ibon y ya con dirección O comenzamos a atravesar las laderas del Mayo Cristian que miran al barranco de Acherito. El camino va ascendiendo poco a poco hasta llegar al Ibon. Este tramo lo encontramos con nieve dura y en algún momento tuvimos que usar los crampones. El lago estaba helado en un entorno nevado y con un día completamente despejado. Cerrando el este sus eternos escoltas de piedra, La Peña del Ibon y La raya de Las Foyas o Pic Larraille. Un rincón único, en el momento preciso para contemplar la naturaleza, su quietud, su silencio, su belleza.

Pero el camino de ida y vuelta nos proporcionó otras vistas inolvidables de los montes cercanos. Lenito y Peñaforca, la proa impresionate de Chipeta, el bloque de Petraficha y Quimboa, Chinebral y Acherito y alguno más de los que no recuerdo el nombre.






VALLE DE HECHO: LENITO POR EL BARRANCO DE LENITO



Queríamos subir Lenito desde el valle de Hecho y escogimos la vía que recorre el barranco de Lenito hasta el collado bajo de Lenito, luego sube hasta el collado de Lenito y de ahí a la cima.
Txema, Jandro, Julio y Esteban aprovechamos un fín de semana de diciembre, con un tiempo perfecto para la alta montaña. Pertechados de crampones y piolets superamos un desnivel de 1300m, de los cuales 700 los subimos pisando nieve. Pero además del material de montaña, a la hora de acometer una subida como esta, es importante hacerlo con un grupo de amigos de primera. El asunto es que en la mitad de la ascensión sufrí un bajón de fuerzas considerable, si no me ayudan, no paso del collado bajo de Lenito. Conseguí hacer cima.


Despúes de pasar Siresa y adentrarnos en la carretera que se dirige a la selva de Oza, llegamos al desvío que sube hasta el refugio de Gabardito. Este es el punto. Al otro lado del cruce hay un pequeño espacio adecuado para dejar el coche. Ahí mismo salen varias pistas. Estamos a 910m de altitud.

Tomamos la pista cubierta con gravilla que se dirige a una granja situada unos metros más adelante. Antes de llegar al establecimiento, una senda señalada con rayas blancas y amarillas de PR y con un cartel verde de señalización que dice “ Camino a Lenito”, se abre por la izquierda, toma dirección NO y comienza a ascender introduciéndonos en un bosque de pino silvestre, haya y boj. Continuamos siguiendo las marcas pintadas, aunque, en más de una ocasión las abandonamos para coger siempre los caminos ascendentes, a modo de atajo.

Así, fuimos tomando altura. Entramos en una torrentera que llevaba agua de las nieves y llegamos a un punto donde se cruzan la PR y la Senda de Camil, las marcas de una y de otra aparecen casi juntas. La PR marcas blancas y amarillas y la Senda de Camil marcas verdes y amarillas. Este momento es clave para no perderse. Seguimos las rayas verdes y amarillas de la Senda de Camil que nos acompañaron hasta el Collado bajo de Lenito. Pero primero alcanzamos una amplia explanada donde acaba el bosque, al pie de las paredes de Lenito. Un poco más adelante encontramos una cabaña que puede servir de refugio. Desde aquí encontramos nieve abundante aunque dura

Avanzamos por la dirección que nos marcan las rayas verdes y amarillas NO, y poco a poco volvemos a ascender hasta alcanzar el Collado bajo de Lenito 1708m. Una vez en el collado nos quedaba lo más duro, remontar los 550m de desnivel, en empinadísima subida, hasta la cima.

Durante todo este tramo la dirección será NE. Ascendimos por laderas cargadas de piedra y nieve, pero sin pérdida posible, porque toda la cuesta estaba bien marcada con grandes hitos. Antes de alcanzar el collado la subida se suaviza notablemente, aunque en algún momento encontramos nieve dura, como para usar crampón. Alcanzamos el collado de Lenito 2105m formado por dos grandes cimas Peñaforca NO y Lenito SE. Subimos Lenito 2245m.

Desde la cima y desde el collado de Lenito pudimos contemplar al oeste Peñaforca, Raya de Alano, la Mesa de los Tres Reyes, al E Castillo de Acher, Midi de O´su, Balaitus y todo el esplendor del Pirineo nevado. Una panorámica difícil de captar, con toda su fuerza, en una fotografía.

Bajamos por donde subimos




VALDEREJO. DE RECUENCO A VALLEGRUL



El tiempo no estaba para aventuras. Así que el fin de semana se vino abajo. Sin embargo, el sábado, a última hora, nos enteramos que hacía el sur el tiempo estaría despejado, o casi, durante toda la mañana del domingo. En una decisión más llena de ganas de andar que de sentido común, nos citamos el domingo a las 8,30h para recorrer, en el parque natural de Valderejo, un trazado que nos llevó a las dos cimas importantes de la zona Recuenco 1240m y Vallegrull 1226m.


Dejamos el coche en el parking de Lalastra. En esta localidad se encuentra la “Casa del parque” , desde donde nos dirigimos hasta Lahoz, andando por la carretera (NO).


Una vez llegamos a la primera casa de Lahoz cogimos un camino que salía a la derecha y que nos adentró en el valle de Paules. Unos metros más adelante encontramos una balsa medio congelada. Seguimos por la pista y, en nada, topamos con una bifurcación y un poste de señalización.

Tomamos la senda que se dirige a la derecha hacia el portillo Lerón. Nos dirigimos hacia el arroyo, que atravesamos. Más adelante pasamos una portecilla metálica y entramos en un bosque, primero de pinos y luego de hayas. Aquí la senda, poco a poco, asciende, recorriendo el bosque por su lado más bajo, pegado a los prados. La dirección general que hemos llevado desde Lahoz es(N), pero antes de alcanzar el portillo tuerce a (NE). Es el trecho más empinado de la subida, pero corto. También es el más umbrío, de hecho cuando lo subimos estaba nevado y su parte más alta algo helado.

Alcanzamos la amplia meseta de lapiaz, donde se encuentra la cima de Recuenco. Estaba cubierta por una capa superficial de nieve que junto al día gris le daban al conjunto un tono general en blanco y negro. La cima de Recuenco está cerca, pero queríamos hoyar los tres puntos importantes que hay en los alrededores. Nos dirigimos hacia la izquierda siguiendo los acantilados y llegamos hasta el menhir de Gustal, repuesto el pasado verano. Se ve desde todo el valle. Después, nos dirigimos E a un montículo que no es la cima, pero tiene y hito geodésico. Luego (NO) directamente a la cima con hito y buzón. Hay que destacar que está zona es rica en restos prehistóricos. No sólo el menhir, también, en el portillo de Lerón, a unos metros del paso, hay unas pinturas rupestres que no vimos.

Continuamos. Primero (N) hasta encontrar un poste señalizador que nos indica la dirección de senda de la Sierra, la que tenemos que seguir. Luego (O), por una pista que bordea a cierta distancia los farallones y que en algún punto serpentea. Llegamos al portillo de Barrerón con una vista magnífica del valle del rio Purón , del portillo de Lerón , del menhir de Gustal y de los farallones. Ahora la senda va tomando dirección S y tranquilamente, entre foto y foto, nos acercamos al portillo de Coronas. Estamos en el altiplano de la sierra de Anderejo. Lo atravesamos hasta encontrar la ermita de San Lorenzo. A los pies de los farallones tenemos Lalastra y al oeste, enfrente de la ermita, las paredes de Vallegrul.

Desde la ermita, la senda de la Sierra toma dirección (SO) hasta encontrarse con la senda de Vallegrul donde coge (O) para encaramarse en los farallones de Vallegrul. Una vez arriba seguimos S, hasta encontrar la cima con hito y buzón. Más adelante, otro promontorio también tiene hito geodésico y varios carteles que nos comunican la prohibición de andar por aquellos lugares de enero a agosto, debido a que en dicha época crían los buitres.

Volvimos a la ermita por dónde venimos . Después de dar cuenta al bocata, comenzamos la bajada a Lalastra. A la derecha de la ermita baja un camino (S), que poco más adelante, a la derecha, se adentra en un magnífico pinar. La senda atraviesa el bosque cómodamente y nos llevó hasta el pueblo abandonado de Villamardones. Al entrar encontramos la iglesia y el cementerio derruidos, al lado de un magnífico Tejo (Taxus Baccata) y poco más adelante las cuatro casas del pueblo en el mismo estado que la iglesia. Seguimos (E) las indicaciones amarillas, puntos amarillos que nos acompañaron todo el recorrido, y llegamos a la pista que desemboca en la carretera que une Lalastra con Lahoz, justo a las afueras de Lalastra. Hemos tardado 4h 30´.

Todo el recorrido está señalizado con postes que contiene puntos amarillos y con postes con indicadores metálicos.

Este recorrido, así como otros paralelos que se pueden hacer en la zona, están condicionados a la época, porque de enero a agosto determinados tramos se cierran al público para respetar la cría del buitre.








LA VIA VERDE DE PLAZAOLA


VIA VERDE DEL PLAZAOLA

El tiempo nos perdonó y dejó que el sábado fuera un día apacible para andar. Aunque a primera hora las nieblas dominaban los paisajes. Entre nieblas que empezaban a disiparse iniciamos la marcha.


Se trata de un sendero de pequeño recorrido (PR- NA 88) y por consiguiente lo encontramos muy bien señalizado y balizado con marcas blancas y amarillas, además de con otras señalizaciones. El PR transcurre por uno de los tramos de la antigua vía del Plazaola, tren de vía estrecha que comunicaba San Sebastian con Pamplona. El tren desapareció a finales de los años cincuenta, pero nos ha quedado parte de su trazado, ahora convertido en ruta de senderismo. Todas las guías en las que nos hemos documentado nos recomiendan el otoño, por el esplendor del bosque atlántico, para realizar la marcha.

Comenzamos en la estación del Plazaola en Lekunberri, hoy es un centro de interpretación. Al otro lado de la carretera que sube a Etxarri hay un pequeño parking para dejar los coches. Ahí mismo se inicia la PR NA-88. El camino comienza su andadura por la parte trasera de unas casas bajas. Desde el principio y durante un rato largo, casi la mitad del recorrido, seguimos la orientación N.

En pocos minutos llegamos al primer túnel de la antigua vía, sin iluminación, pero se recorre sin problemas. Después continuamos por una pista hormigonada que nos acercó a la autovía pasándola por debajo. Poco más adelante recuperamos el trazado de la vía que recorría una zona de trinchera y otro pequeño túnel. En breve encontramos un desvío que nos condujo a un bosque donde se puede contemplar los restos de una antigua carbonera, al parecer relacionada con las necesidades de carbón que tenía el antiguo tren. Lo cierto es que no encontramos la carbonera.

Volvimos al camino principal y en pocos minutos nos metimos en el túnel de Bartolo, iluminado y más largo. A su salida el paisaje se abrió apareciendo en el horizonte la sierra de Aralar y las Malloas. Casi de seguido, atravesamos un último túnel, sin luz pero corto. El trazado de la vía continua, esta vez paralelo a la carretera NA-1700 que une Lekunberri con Uitzi. Unos metros más adelante llegamos a la antigua estación de Uitzi . Continuamos directamente por la carretera hasta encontrar el desvío que nos devuelvió a la vía, justo a la altura del túnel de Uitzi. Tiene tres kilómetros de largo pero lo dejamos a un lado. Está cerrado y el recorrido lo evita tomando una pista que sale a su derecha. Entramos en el valle de Goikozuloa pasando al lado de pastizales y dejando a la derecha un hayedo que ya anuncia la profundidad de los bosques que nos rodean. Pronto llegamos a una bifurcación. Dejamos la pista principal y seguimos las marcas blancas y amarillas. Es un camino secundario que desciende para atravesar un pequeño rio, pero en breve asciende internándose en un hayedo inmenso e impresionante. Ahora la dirección es claramente S. Durante un rato largo pudimos disfrutar de una naturaleza generosa de helechos, musgos, setas y hayas altísimas. Pero, sobre todo, disfrutamos de un bosque en su sentido más puro, espacio atravesado por lanzas que se cubren con un velo de hojas, neblina y luz, done dominan los colores marrón , gris y granate.


Así, alcanzamos el collado que marca la frontera entre Etxarri y Uitzi. Es un claro en el bosque, donde se cruzan varias pistas, pero hay que escoger una senda, claramente marcada (amarillo y blanco) que desciende y nos introduce de nuevo en el bosque .

Más adelante, salimos del bosque y tomamos una pista que nos conduce a las bordas de Auxenea. Los colores del otoño dominaban el arbolado y el lugar tiene una atmósfera del todo bucólica. A partir de aquí, en el paisaje dominan los prados de un verde intenso. Numerosas pistas se cruzan con nuestro camino, pero las marcas de PR nos indican fácilmente el camino hasta Etxarri.

Atravesamos Etxarri por su parte alta y siguiendo las indicaciones lo abandonamos ( dirección ES ). En seguida nos encontramos con los prados de las bordas de Etxarri. Las dejamos atrás y encontramos una pista hormigonada que nos conducirá de nuevo a la vía del Plazaola , justo en el punto en el que el camino se encontraba con la autovía. Volvemos por donde hemos venido al parking al lado de la estación. Cuando estábamos llegando nos dimos cuenta que en los primeros pasos del recorrido, a la derecha según iniciamos la marcha, se contempla un amplio cercado que guarda una manada de ciervos.

Todo el recorrido son unos 15 Kms y el desnivel no supera los 300 ms.




CHIPETA ALTO Y BAJO



CHIPETA ALTO Y BAJO


Era domingo. El sábado hicimos el cordal Ukerdi, Budogia y la Mesa. Y yo, al menos, estaba un poco tocado, aunque Angel y Fredi son incansables. Decidimos subir los Chipetas, Alto Y Bajo.

Pasamos la noche en el albrergue de Zuriza. El día amaneció gris plomizo y aunque, no llovió no vimos al sol brillante en toda la mañana. No pudimos sacar buenas fotos porque la luz era poco apropiada.


Nos dirigimos al parking de Taxeras, desde donde iniciamos la subida a Chipeta. Iniciamos la marcha con dirección E y en pocos minutos llegamos al refugio de Taxeras. Un poco más adelante, siempre con la misma dirección, atravesamos el arroyo del barranco de Piedraficha para colocarnos debajo de las laderas de Chipeta Bajo. Poco a poco corregimos la orientación a ES y nos colocamos en las amplias laderas herbosas de Chipeta alto. Los primeros metros son de marcada pendiente pero enseguida pierde pronunciación y tiende a allanarse. Se trata de La Planada, una extensión completamente herbosa, sin roquedo ni arbolado por medio. Es un paisaje monótono que se me hizo un poco pesado. Llegamos a la punta más situada al E, ya encima del barranco que nos precipitaría a la Selva de Oza. Estabamos en la cima y tardamos un poco más de 2 horas. Al O divisamos Ezkaurre, al SO tenemos Los Alanos, al S Lenito y Peña Forca, al SE Castillo de Acher y Bisaurin y al N Piedraficha, Quimboa, Acherito, Petrechema, La Mesa de los tres Reyes, el Ibon de Acherito y más.

Volvemos de nuevo a La Planada para descender, pero nos dirigimos SO a Chipeta bajo. En algo más de 1/2 hora alcanzamos la cima. La panorámica de los Alanos es impresionante. Para descender seguimos O por el cordal hasta llegar a un pinar donde nos introdujimos. Al principio seguimos una senda, que en seguida desapareció por la maleza. Así que tuvimos que buscarnos la vida para encontrar la salida. Acabamos cerca del arroyo de Chipeta. Lo atravesamos en un punto desde donde divisábamos las granjas situadas al lado de la pista que viene la parte baja de las laderas de Achar y Raya de Alano. Una vez en la pista, llegar al parking fue cuestión de 15 minutos.

Para bajar de Chipeta bajo al parking es más fácil descender O por el cordal, pero, antes de llegar al pinar, torcer N hacia el barraco de Piedraficha para encontrar la senda que llega hasta el refugio de Taxera.




UKERDI, BUDOGIA Y MESA DE LOS TRES REYES


Salimos de Bilbao a las 6 de la mañana Angel, Fredi y Esteban. Después de alguna parada llegamos al refugio de Linza a las 10h 20´ y a las 10h 30´ ya estábamos en marcha. Queríamos recorrer el cordal que une las tres cimas y lo conseguimos.


El primer objetivo fue alcanzar el collado de Linza. Iniciamos la marcha por el camino habitual siguiendo la concurridísima senda (NE) que atraviesa las laderas de La Paquiza de Linzola hasta el collado (1h.30´). Nada más comenzar nos topamos con un rebaño de vacas pastando, y poco más adelante vimos en el fondo del valle una borda con cercados donde los pastores realizaban algunas tareas con un rebaño de ovejas. Es decir, que además de los numerosos montañeros que se suelen encontrar por estos lugares, la actividad pastoril aumentaba la presencia humana en la zona, dándole un toque laboral. En el recorrido fotografiamos, una vez más, a Acherito aunque una neblina no nos dejó plasmar como quisiéramos la esbeltez de este monte. A nuestra espalda la siempre presente Peña Ezkaurre. Desde el collado de Linza, sin embargo, la luz nos permitió unas fotos más nítidas de Petrechema, Budogia, La Mesa y Mouscaté.

Dejamos el collado de Linza y nos dirigimos a la Solana con dirección más marcadamente N pero con cierta inclinación hacia el Este. No hay pérdida, la senda sigue siendo evidentísima. Según nos acercábamos a la Solana, poco a poco, iba apareciendo en el extremo occidental del cordal que viene desde la Mesa nuestra primera montaña del día, Ukerdi. Así pudimos contemplar, mirando al norte, las caras sur de las tres cimas Ukerdi, Budogia y La Mesa, al este La Paquiza y al sur Petrechema. Una vez en la Solana nos encontramos con un poste indicador de direcciones que señalaba el camino hacia Lescun (O), hacia Belagua (O), hacia La Mesa (N) y hacia el collado de Linza (S). Cogimos el camino de la Mesa (N), pero sólo unos minutos, hasta superar un promontorio karstico que desciende desde el cordal de Mouscaté. Una vez rebasado nos encontramos con la pared de Budogia y un nuevo poste indicador señalando el camino hacia Belagua (O), y hacia la Mesa (E).

Paramos unos minutos para comer un poco y continuamos remontando las laderas de Budogia con dirección NO. Atravesamos un par de socavones formados por la roca caliza de los desplomes de Budogia y sin tardar mucho nos situamos en el collado que separa Ukerdi de Budogia. Mantuvimos la dirección y remontamos la cresta de Ukerdi para acceder a su cima (2248m) (3h). Desde la cima pudimos ver El Anie o Auñamendi hacia NE y el cordal del día hacia E. Dejamos Ukerdi rápidamente porque el viento soplaba con ganas y hacía de la cima un lugar muy incómodo. Manteniendo SE volvimos al collado y sin dejar la cresta del cordal nos situamos en la cima de Budogia en 30 minutos. Ya sólo quedaba La Mesa y la teníamos a tiro de piedra, no la dejamos escapar, sólo tuvimos que mantener E hasta La Mesa. Avanzamos por la cresta de Budogia con cuidado, porque el viento imponía respeto. Destrepamos su extremo oriental, no tiene problema, para llegar al collado que separa de las dos cimas. Alcanzamos la cima de La Mesa de los tres Reyes (Hiru erregeen mahia) por la arista 4h 30´.


Descendimos por la cara norte siguiendo una senda no muy evidente, pero si nos fijamos un poco la encontraremos sin problemas. Una vez en el collado volvimos a Linza por el camino habitual de la Mesa (O pero con tendencia S). De nuevo superamos el resalte karstico para llegar a la Solana. Continuamos por donde pasamos a la mañana, pero algo antes de llegar al collado de Linza nos metimos a la derecha, según el sentido de la marcha, por un vallezuelo con aspecto de pradera que desemboca en las laderas sur del La Paquiza de Linzola. Bajamos por las laderas buscando sendas, más bien poco claras, hasta conectar con el camino SO que baja desde el collado de Linza hasta el refugio 7h.
Nota.- Mis compañeros tiene el paso muy ligero, seguirles me costó lo suyo. Quizás habría que añadir una hora más al tiempo total para aproximarnos a los mis tiempos habituales.







EL PAÑO (1139 m): POR LAS ALTURAS DEL DULLA.



EL PAÑO (1139 m): POR LAS ALTURAS DEL DULLA.


Aprovechando el sábado, Roberto, Manu y yo hemos quedado con Nino en Ojo Guareña, Burgos, para que nos haga de guía en una ruta que llevo semanas preparando.

Llegamos desde Bilbao a Espinosa de los Monteros para seguir a continuación por Quisicedo y Villabascones hasta Cueva y Ojo Guareña. Superando el alto, giramos a la derecha y en un par de kilómetros entramos en Villamartin de Sotoscueva (840m) hasta donde se acaba la carretera y existe un lugar amplio para dejar los coches bajo varios grandes nogales.

Allí mismo, entre los magníficos árboles, parte una pista hormigonada que nos encamina en el comienzo de la ruta. Pero nosotros vamos a ir por la izquierda por otra que, nada más comenzar tiene una gran fuente donde nos proveemos de agua. Creo que no veremos más en toda la mañana.

00.00

Ambas pistas confluyen poco más delante de la iglesia. La que obviamos por encima de la torre, y la nuestra por debajo.

Pasada la iglesia, 00.02´, debemos continuar por la pista herbosa olvidándonos de la otra hormigonada que, en principio paralela, es la que faldeará la base del Paño.

Existe un cartel de direcciones.

Andamos durante unos minutos (SO) hasta alcanzar los dos depósitos de agua.

00.08´

Justo sobre nuestras cabezas se yergue altiva El Peñote, a la izquierda de los depósitos.

Hay que estar atentos para iniciar la subida de inmediato pegados al segundo depósito. Hay marcas del GR (SO). Es una subida cómoda por una pista arcillosa que, con lluvia, debe de ser un auténtico patatal.

Sin mayor novedad alcanzamos el collado de Arruya 00.25´.

A nuestra izquierda E sale la pista que sube al Peñote. A la derrecha (O) tenemos la ladera del paño con sus cortados en la parte superior. De frente (S-SO), los cortados de la Muela de Dulla por encima del sendero que baja hacia quintanilla nos cierran las vistas.

Así pues, iniciamos la parte más dura de hoy. Hemos de dirigirnos al resalte rocoso de la izda. de la foto sin camino definido. Vamos rolando hacia la izquierda para aliviar la cuesta, zigzagueando luego para acercarnos al cordal que da vistas a Villamartín. Tenemos como referencia el primer resalte rocoso y una valla de espino gris que hemos de alcanzar y traspasarla cuando creamos oportuno. Da igual un poco más abajo que hacia su final. Nos permite poner el pie en la parte superior de la montaña.

A partir de aquí debemos rolar hacia el canal que tenemos a la izquierda con el fin de ir descubriendo las dos cimas ( La Muela y el Paño y el collado de la Puerta o La Llosa 980m. en tre ambas) el paisaje se vuelve espléndido por momentos.

No nos queda más remedio que ir buscando el camino más cómodo para alcanzar la parte más alta que divisamos a lo lejos, a nuestro frente (O) por una ladera desarbolada cubierta de enebros rastreros, brezo, tomillo, lavanda y muchas, muchas piedras…. . Cima 1.15´.

Pero no sólo mirábamos hacia cumbres, cortados y laderas. El cielo nos deparaba unas instantáneas preciosas…

Muy a nuestro pesar se nos acabó el jamón y el vino; debemos regresar. Por el mismo camino, disfrutando de las vistas y el día.

Sí queremos alargar un poco la excursión.

Al retornar al collado de Arruya, antes de bajar a Villamartín, podemos tomar la pista que sube al Peñote. En 15 minutos alcanzamos el collado que antecede a la cumbre atravesando por una valla de espino. Nada más traspasarla, dos sendas pedregosas nos encaminan a lo más alto en otros 5´. Las vistas son magníficas nuevamente.

En esta cima existían unas antenas de telefonía y Tv. Las han quitado pero perduran una fea casamata de hormigón y varias anclajes y varillas de hierro. Pero no dejamos que ello enturbie nuestro buen humor.

Eduardo

PEÑA CASTIL DESDE EL COLLADO DE PANDEBANO






PEÑA CASTIL DESDE EL COLLADO DE PANDEBANO


Teníamos un día libre en el trabajo y queríamos pasar una jornada de montaña. Picos de Europa siempre tiene un rincón nuevo, una cima que no hemos pisado. Peña Castil y su magnífica panorámica sobre el macizo central y oriental nos han llamado la atención en esta ocasión. Angel, Fredi, Mariano, Angel, Beas, Javi y Esteban salimos de Bilbao sobre las seis de la mañana y a las nueve ya estábamos en el parking debajo del collado de Pandébano (1100 m). Desde el principio contamos con una senda, más o menos clara durante todo el recorrido, que está acompañada de hitos en algunos puntos. La senda nos llevó hasta la cima.

Iniciamos la marcha hacia el sur oeste para alcanzar el collado (1224m) 15´. Una vez aquí nos dirigimos S hacia la canal de las Moñas, una empinadísima cuesta que desemboca en la majada de Las Moñas (1850 m) 1h 45´. En la majada encontramos los restos de cabañas que en otros tiempos fueron el refugio de pastores. Cerrando la majada por el sur se alza el promontorio llamado Cabeza de las Moñas, con dirección OSO le sigue un amplio collado para continuar el cordal de los Tortorios con su cima principal Cabeza de Tortorios. Nosotros, siguiendo esta misma orientación, atravesamos la Vega de los Tortorios, por debajo del cordal, aunque es posible recorrer la línea cimera desde el collado sin problemas.

Justo en el extremo oeste del cordal, al pie de la Cabeza de los Tortorios encontramos un paso singular con aspecto de portal por donde descendimos S al collado de Camburero (2050m). Sólo nos quedaba la ultima cuesta hacia la cima. Son los últimos 400 metros de desnivel que encaramos S. Cansados, pero a gusto, coronamos Peña Castil (2444m) 3h15´. Encontramos la compensación en cuanto salimos de la cuesta y llegamos a la cima. Una panorámica única. Al norte el mar y la sierra de Cuera; al sur Peña Vieja, Pico Sta Ana; al sur oeste Tiro Los Navarros, Horcados Rojos, Tesorero, la Torre del Oso,la Torre de Carnizoso; al oeste, el Naranjo, el Neveron de Urriello, los Albos, Torre Cerredo; al este las cimas principales del macizo oriental La Morra de Lechugales y el pico Cortés. Volvimos por el mismo camino.

Nota.- Encontramos en el recorrido varios grupos de rebecos poniendo de relieve lo bien que se ha recuperado esta especie en Picos de Europa.

Mapa.- “Los Urrieles y la Andrada” 1:25.000 de Miguel Angel Adrados. Picos de Europa “Naranjo de Bulnes-MACIZOS CENTRAL Y ORIENTAL de editorial alpina.




MONTES OBARENES



Obarenes
La indagación de información sobre los montes que se pueden subir desde Obarenes, es como buscar una aguja en un pajar. La mayoría de lo poco que hallamos es parcial, confusa y difícil de seguir.

Con este post intentaremos mejorarla.
Debemos aclarar que, cuando nosotros hicimos el recorrido (a mediados de septiembre), los caminos, aunque anchos, estaban invadidos de hierbas y matorral fruto de las lluvias primaverales y el poco uso que tienen estas montañas, por lo que había que mantener la atención para no perderlos.

Con un día claro, no hay problemas en seguir nuestro senda, pero con lluvia o niebla, es mejor abstenerse para no complicarnos la vida. La zona es preciosa y las vistas merecen el esfuerzo que supone alcanzar lo más alto.

Obarenes es una aldea con unas pocas casas y vida lánguida y tranquila de un núcleo rural semiabandonado. Para llegar hasta allí desde Bilbao debemos tomar la N1 en Gasteiz y dirigirnos hacia Pancorbo (idéntica ruta por la autopista a Burgos, pero aquí pagando). Salir antes del desfiladero en Ameyugo y tomar rumbo a Encio. En medio de esta pequeña población sale una pista asfaltada hacia nuestro destino. Obviar un primer cruce que pone Obarenes y seguir hasta el segundo, ya por una ancha pista de tierra pero en muy buen estado. Girar a la izquierda y en un minuto llegamos.

Aparcamos enfrente de la tapia del Monasterio, abandonado y ruinoso. Además de sitio, existe allí la única fuente que veremos en todo el día. Un señor de la zona nos dijo que era potable, aunque no pone nada junto a sus dos caños. 00. Horas. Estamos a 760 metros s.n.m.

Comenzamos a andar y atravesamos una valla en mal estado sobre un camino de hormigón.
No hemos marchado ni 30 metros y, antes de que el camino hormigonado se divida, es cuando se nos presentan dos opciones.

Opción A.

A la derecha se inicia una pista herbosa y llana que se aleja de la aldea paralela al campo de siembra. Pronto gira bruscamente iniciando la ascensión dando vista al Monasterio y las casas y poco después a la balsa. Va zigzagueando por la ladera buscando que la subida se haga de forma tendida. Y así ocurre. Vamos ganado altura con comodidad hasta que enlazamos con la senda que nosotros tomamos.

Opción B.

Pasamos pues la valla. Obviamos la pista herbosa y metros después la hormigonada que se bifurca a la derecha y continuamos por la otra que, entre chopos, nogales y pinos nos lleva a la presa que existe encima de Obarenes.

0.10´ Bordeamos la lagunilla artificial por la izquierda andando sobre el muro de contención y, por un sendero bastante cerrado, llegamos a una pista herbosa donde giramos a la derecha. Desde el embalse más que verla, la intuimos. Nos sirve de referencia un primer depósito de aguas que hay a su vera.

Tenemos sobre nuestras cabezas los resaltes rocosos de Peña Buey.

Caminamos por la pista, siempre bastante cerrada de hierba y algún matorral y jara, con mucha comodidad. Dejamos atrás otros dos pequeños depósitos de agua igualmente a la izquierda según avanzamos.

Toda nuestra labor ahora es seguir la pista que prosigue la subida dando varias lazadas primero por encima de la presa y luego alejándose de ella. No debemos abandonarla en ningún momento. Encontramos el camino de la Opción A y proseguimos nuestra ascensión.
0.40´ De la pista que nos acompaña sale otra que llanea mientras la nuestra comienza a ascender (izq. ) con brío. La que desechamos estaba sucia de hierba y matorral de modo que al principio casi ni reparamos en ella. Con todo pusimos un cairn, a la izquierda sentido marcha, para despejar dudas.

Seguimos subiendo con ganas dando varias revueltas teniendo siempre sobre nuestras cabezas un resalte rocoso.
1.00´. Traspasamos una valla ruinosa y la pista gira de inmediato cambiando su orientación.

Otro par de lazadas y alcanzamos una zona abierta llana donde la pista desaparece.

Es el momento de orientarnos sobre lo que debemos hacer.

1.15´.
El terreno está cubierto de hierba alta, gayuba, mucho brezo, pinos dispersos y afloramientos karsticos. Pero, sin niebla no hay problemas.

Desde la posición en que estamos vemos ya a nuestra derecha la mole del Buey (SW) y la pista que llega desde Cubilla por su falda. De frente (S) una cresta rocosa nos invita a coronarla. Pero la cima de Peña Buey se halla a nuestra izquierda (SE), por lo que imaginamos una diagonal campo a través (la brújula marca 170º) y en pocos minutos vemos ya su cumbre con un mojón geodésico y el buzón, un hacha que se clava en un tronco.

A pesar de la piedra y la hierba alta se anda con relativa facilidad.
1.30´. Peña Buey, 1231 metros.
Vistas impresionantes. Al Sur la Bureba. SE la zona de Pancorbo. Al SW, el Buey, con su mole redondeada, nos tapa el horizonte por su lado.
Proseguimos nuestra camino paralelos a una vieja valla de alambre de espino con la Bureba a nuestros pies. No entramos al pinar abierto que tenemos a la derecha; vamos circunvalando la pequeña cota herbosa hasta llegar a la pista que proviene de Cubillas al pie del Buey.
1.45´. Ascendemos por un amplio y empinado cordal. Hay algunos hitos, pero el camino está muy marcado. Aprovechamos las paradas para tomar aire para disfrutar del paisaje. A la derecha (N) el Humión y el Flor tapan en parte la sierra de Arzena, aunque podemos distinguir Batxikabo, Mota, Cueto Revillallanos…

Al S la inmensidad de la Bureba nos sobrecoge, teniendo el telón de fondo que componen la demanda y el San Lorenzo. A nuestra espalda (E) los picos de Pancorbo cierran la llanura en torno a Miranda, con el entrañable Toloño detrás.

2.10´. Buey (1351 metros)

(En el buzón pone La Verdina pero está equivocado. ¡Ay clubs de montaña!)

Desde aquí ya vemos toda la zona situada al W que el propio monte nos tapaba. Frías especialmente, además del Pan Perdido y la Mesa de Oña detrás de las Verdinas que están a tiro de piedra.Hacia ellas nos dirigimos perdiendo metros con rapidez. Junto a un pinar, iniciamos el cresterío que nos llevará a la primera de sus cumbres. A veces es un poco estrecho pero no da sensación de peligro pues las dos caídas no son verticales. Con todo, de ningún modo está de más transitar con precaución. Los accidentes casi siempre son negligencias del mendixale. En la montaña hay que mantener siempre la atención, disfrutar no es hacer el cabra. Sentido común es la clave.

2.40´. La Verdina Oriental (1336 metros) Buzón en forma de cruz.
Ya sólo nos queda descender ligeramente y enfilar hacia la doble roca del final del cordal, que es amplio, con excelentes panorámicas y nada de sombra, tapizado con la vegetación que nos ha acompañado desde el inicio de la ruta. Llegando a ellas, allí también hay que poner las manos y arrastrar un poco el pantalón para alcanzar el buzón; pero igualmente, no hay peligro si se mantiene un mínimo de atención. No hay sensación de vacío como antes, y eso ayuda a la gente con tendencia al vértigo.
3.00´. La Verdina Occidental o Cantoña (1355 m.)
Las vistas son parecidas a las que disfrutamos desde que pisamos la cima del Buey.
Sólo nos queda retornar por el mismo camino hasta Obarenes.

Los días de sol, gorra y protección porque las sombras son escasas.

Eduardo