Desde el refugio de Linza (1340 m) nos dirigimos hacia noreste iniciando un largo ascenso hasta el collado de Linza (1920 m). Por el camino pasamos por debajo de las laderas sur de La Paquiza de Linzola. Hacia la cota de 1700 metros la nieve dura hizo acto de presencia y decidimos calzarnos los crampones. Al fondo ya se divisaba el collado de Linza y destacaban las cimas de Petrechema y Acherito con su característica pala final. En todo este primer tramo seguimos las marcas rojas y blancas de GRT 13.
Una vez en el collado nos encaminamos hacia el norte (NEN) para descender a la hoya de la Solana (1870 m) donde encontramos un poste indicador y cerca una cabaña metálica. En este punto, la GR se dirige hacia el norte, pero nosotros continuamos hacia el este (ENE). Ganamos altura por las paredes de Budogia hasta la cota 2020 m. Estábamos atravesando el Kars de Larra cubierto de nieve e intentábamos orientarnos para hacer el trazado más llevadero hacia la cima. Encontramos unas huellas recientes que seguimos. Coincidían, más o menos, con el recorrido que traíamos preparado y nos llevaron hasta el collado de D´Escouste/ Port D´Ansebere (2120 m), situado entre Mouscaté y La Mesa de los tres Reyes. Desde este collado pudimos disfrutar de una panorámica insuperable del pirineo occidental donde destaca Midi D´Ossue. Pero también distinguimos a Bisaurin, Axpe y Collarada y por supuesto, las agujas de Ansabere o Petrechema que la nieve las daba un perfil más desafiante y salvaje que nunca.
Seguimos (NE), ya en fuerte ascensión, por las laderas de la Mesa hasta alcanzar el collado entre Budogia y la Mesa (2343 m). Desde aquí, encaramos la arista oeste de la Mesa (ENE), siendo este tramo el más delicado. En algunos momentos la arista se afila y cargada de nieve, impone un poco, sin embargo, no se puede considerar difícil. Cima en la Mesa de los Tres Reyes (2448 m).
Volvimos por el mismo camino, pero al llegar al punto donde encontramos las huellas optamos por seguirlas, solo por conocer el recorrido de los que nos antecedieron ese día. La ruta fue algo a la izquierda, según se vuelve, de la que hicimos al subir y las dos rutas se juntaron en la cabaña metálica de la hoya de la Solana. Volvimos al collado de Linza y de ahí al refugio de Linza.
Un último apunte: no controlamos la hora y en diciembre anochece a las 5,30h. Nos pilló la noche según descendíamos, lo que nos obligó a bajar el último tramo apurados, aunque las frontales y el GPS nos llevaron a buen puerto. Pero no hay mal que por bien no venga, pudimos captar un anochecer que dejó algunas fotos dignas de ser mostradas. La Mesa y Budogia con tonos rosáceos, Petrechema también y los últimos rayos de sol sobre Peña Ezkaurre y Maz.
