COLLADARETA DESDE VILANUA




 Desde Vilanua subimos Collaradeta por su vertiente oeste y  descendimos por la este. Pasamos noche en Cubilar de Espata y al día siguiente regresamos a Vilanua por el cordal de Bacún. En esta  comunicación describo el recorrido del primer día "Collaradeta". Punta A Ralla o Espata y cordal de Bacún en la siguiente.


Un largo recorrido con 1760 metros de desnivel.
Comenzamos la marcha en Vilanua (960 m). Nos dirigimos (Norte) hacia el albergue juvenil “Santa Maria del Pilar” donde cambiamos de rumbo hacia el este, y comenzamos a ascencer por una carretera asfaltada. A unos 700 m encontramos señalada la ruta de “La fuente del Paco” que tomamos. Se trata de una senda que atraviesa el bosque umbrío de abetos y pinos rojos, muy bien marcada con señales verdes y amarillas. Primero nos dirige hacia el sur y luego, definitivamente, hacia el noreste para llegar a la fuente del Paco, un lugar para tomar un trago de agua y llenar la cantimplora. Más adelante, sin perder la orientación, por senda señalizada con hitos y marcas, alcanzamos el refugio del Cubilar de Espata (1680 m) con una magnífica fuente y abrevadero. Aquí descansamos durante un rato largo, porque subimos cargados con sacos, esterillas y comida para la cena ya que nuestra pretensión era pasar la noche en el refugio, y así fue.


Una vez descargadas las mochilas de lo que era prescindible para alcanzar la cima continuamos subiendo. Desde el refugio nos dirigimos hacia el noroeste, unos 500 metros, por senda trazada y marcada con hitos. Después viramos al norte para remontar un tramo muy empinado, la muralla, que poco a poco va suavizándose. Luego, en terreno pedregoso, con rumbo noreste, continuamos por el paso de Abete hasta colocarnos debajo de la cara sureste de Collarada y la cara noroeste de la Collaradeta. Algo más arriba, a la izquierda, teníamos el collado de IP (2565 m) que separa la Collarada del Fraile, pero continuamos subiendo (Este) para acercarnos al collado (2673 m) que separa Fraile de Colladareta. Antes de alcanzarlo torcimos a la derecha y en unos minutos alcanzamos la loma de la cara norte de la Colladareta. Ahora con dirección sur y en menos de nada, pisamos la cima (2729 m). Tardamos 6 horas de ascensión desde Vilanua, sin contar el tiempo que paramos en el refugio. Sólo encontramos nieve abundante en el tramo final, a partir de la cota de 2300 m, más o menos.


Las imágenes del Collarada, Collaradeta y alrededores, en todo el recorrido, fueron soberbias, pero la sorpresa estaba en la cima. El pirineo sin más: al fondo Partacua, Cilindro de Marmoré, Soum de Ramond, Perdido, Macizo de Vignemale, Garmo Negro, Infiernos, Gran Facha, Balaitus, Frondiellas y Palas, y en primer plano La Pala de Alcañiz, La Pala de IP y Peña Escarra


Si para subir recorrimos los barrancos de la izquierda de Colladareta vista desde el refugio del Cubilar de Espata, para bajar descendimos los barrancos de la derecha, de esta forma completamos una ruta circular. Volvimos hasta el collado entre El Fraile y Colladareta. Nos orientamos hacia Peña Nebera (Este). Descendimos hasta colocarnos encima de una palas nevadas, muy inclinadas, que miran al sur y algo al oeste, hacia el Cubilar de Marañan. En este lado la nieve era más abundante. Encaramos el descenso con sumo cuidado y crampones por la inclinación de las rampas y por un hielo poco fiable debajo de la nieve. La impresionante cara norte de Collaradeta presidió el descenso. Llegamos a una zona con aspecto kárstico y laberíntico donde tuvimos que desplazarnos a la derecha hasta encontrar el arroyo que baja del Cubilar de los Buelles donde encontramos hitos. Continuamos para desembocar en el barranco de Vilanua o Bozuelo, al lado de unas cabañas derruidas. Este barranco baja desde el collado Marañan, debajo de Punta Espata. Sólo nos quedaba seguir su curso (Oeste), unos 800 metros, para llegar al refugio del Cubilar de Espata.
 Algún descerebrado durmió a la intemperie en sacos y fundas vivac, para ver la noche estrellada, y amaneció envuelto en escarcha. Pero como decía aquel “la sarna con gusto no pica” y hay paisajes que no se ven todos los días.
Al día siguiente volvimos a Vilanua por el cordal de Bacún después de subir Punta A Ralla o Espata.


 
 

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