Son las ocho de la mañana, Fidel, Antonio y Esteban comenzamos una aventura que, sin dejar de ser divertida, nos supuso un considerable esfuerzo.
Dejamos el coche en el aparcamiento de Cardaño de Arriba (1400m). Justo desde ahí mismo sale la pista hacia “La poza Lomas”. La recorremos durante unos tres kilómetros NE, hasta encontrar el desvío a la derecha hacia el Ves. Está marcado con pintura blanca en una piedra, aunque cuando pasamos la pintura casi había desaparecido. Para no dar lugar a equívocos, al lado de piedra pintada hay un poste y cartel metálicos que señalizan la dirección hacia el “Lago Lomas”. Nosotros cogemos el desvío y nos acercamos al arroyo Lomas a través de una pista que en unos 500m nos lleva hasta un puente de madera por donde cruzamos el arroyo. En frente a la derecha, hay una cascada sobre una marcada grieta en la pared, es la cascada del arroyo Hormaz cuando desemboca en el Lomas.
Desde el puente de madera seguimos los pocos hitos que nos indican la ascensión hasta el alto de Hormaz a través de unas laderas empinadas y pobladas de escobas pero muy transitables NE. Alcanzamos un colladito en el cordal (2050m). Mirando hacia el este vemos el collado del Ves y el Pico de Hoya Continua. Al SO Espiguete y Pico Murcia. Continuamos con dirección E a la cara sur del Alto del Ves, circundamos el pequeño circo y en pocos minutos estamos en el collado del ves, en el cordal que une el Alto del Ves y el Pico de la Hoya Continua (2h 15m) (2070m).
Hacia el E se extiende el amplio praderio del arroyo de Ves a los pies de las caras norte del Curavacas y la Curruquilla. Descendemos del collado con dirección SE para atravesar el praderio, donde tropezamos con algunos mastines con rebaños que afortunadamente no nos atacaron. Sin perder el rumbo nos acercamos al contrafuerte norte de la Curruquilla, buscamos la forma de superarlo, hay sendas e hitos. Poco a poco avanzamos por los pedregales hasta situarnos en la hoya superior encima del lago Curavacas. Este tramo que acabamos de recorrer es bastante cansino, debemos buscar el paso entre el roquedo y con frecuencia aparecen pequeños cortados que hay sortear, también algún nevero persistente en verano.

Volvemos por el mismo recorrido.
Nota.- En el tiempo total va incluida ½ hora que pasamos comiendo un bocadillo
Muy bueno Diego.Se te ha colado un "pequeño duende".
ResponderEliminarFidel
Cardaño de Arriba