PEÑA FORCA POR TAXERAS





Llegamos a Zuriza el mismo sábado por la mañana, 26 de marzo. Aunque el tiempo no era del todo bueno nos decidimos, con la idea de llegar hasta donde pudiéramos. Jose, Angel y Diego conseguimos subir hasta la cima de Peña Forca por la vía clásica de Taxeras aunque volvimos recorriendo la arista oeste para completar un círculo un poco más entretenido. En cualquier caso hay que decir que la nieve le dio a la jornada un plus de dureza, que por lo menos a mí me dejo derrotado.

Dejamos aparcado el coche en el parking de Taxeras e inmediatamente nos dirigimos a la brecha o paso que lleva el mismo nombre, situada a la izquierda del Achar de Alano. Los primeros pasos fueron con dirección SO a través del hayedo y campas, cogiendo los atajos que nos permitieron evitar la pista. Aunque es más cómoda, se hace un poco larga. Una vez debajo de la brecha, comenzamos su ascensión por laderas empinadas y pronto cargadas con nieve. En un punto decidimos ponernos los crampones y sacar el piolet porque el trayecto nos exponía a vertientes demasiado inclinadas.

Después de superar un desnivel de unos 700 metros llegamos a la parte alta del paso. Entramos en una amplia explanada, una especie de valle colgado, rodeada de cumbres en todas las direcciones. Como si se tratara de un inmenso castillo natural con torreones impresionantes. Con orientación ES nos encaminamos hacía el collado que separa el Rincón de Alano de Peña Forca. Fue una larga caminata por la nieve. Hubo tramos de nieve dura sobre los que se andaba con facilidad con crampones, pero en otros hubo que abrir huella y esto siempre cuesta. Menos mal que mis compañeros estaban en forma, sino nos damos la vuelta.
Llegamos al collado y remontamos la cresta norte de Peña Forca (Dirección S). Son sólo unos metros pero la nieve y niebla los convirtieron en peligrosos. La cresta cimera estaba envuelta en un nube y la nieve tapaba los pasos que en verano hacen de este tramo una trepadita divertida. Angel y Jose siguieron la línea de la cresta lo que les obligó a trepar unas rocas muy expuestas al vacio. Yo, para evitarlas, atravesé la parte alta de la ladera nevada que bajaba desde la cresta con un inclinación considerable. Pasar nos costó su tiempo. Le he dedicado unas líneas a este tramo porque Peña Forca tiene fama de monte fácil, y lo es, pero en verano. En invierno, en condiciones de nieve, la dificultad en algunos pasos se incrementa, más aún si el día está nublado. La ascensión a Peña Forca en invierno no se puede considerar como un treking de senderismo. Entrar en su cresta implica un nivel de riesgo que hay que tener en cuenta.

En pocos minutos recorrimos lo que nos quedaba hasta la cima coronada con un hito geodésico. Volvimos recorriendo la cresta Oeste . Aunque ya no tuvimos más apuros, pasamos por laderas con bastante pendiente. El recorrido nos llevaba, bien por la cresta pedregosa, muy incómoda para recorrerla con crampones, o bien por tramos con nieve e inclinados donde el piolet y el crampón eran imprescindibles para asegurar el paso. Ya he dicho que la nube cubría la montaña, nos aventuramos a descender esta cresta oeste porque llevábamos GPS con el recorrido ya registrado, sino hubiera sido una temeridad.

Así descendimos de nuevo a la explanada y con dirección O estábamos de nuevo en el paso de Taxeras. Bajarlo exigió un esfuerzo no sólo físico, sino de concentración también. Sus cuestas, como he dicho al principio, también impresionan, por lo menos al montañero que siempre va conmigo. Luego en el camping de Zuriza unas cervezas, la cena y a dormir.


 
 

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