SIERRA DE ARKAMU

SIERRA DE ARKAMU

Esta es una ruta sencilla, por más que buena parte la hagamos fuera de caminos o pistas balizadas. No es una buena zona para recorrer con mal tiempo, lluvia o niebla especialmente, pero resulta muy gratificante por sus inmejorables panorámicas y ausencia de subidas costosas. Tampoco resulta una territorio muy transitado, por lo que la soledad es lo habitual.

Me refiero a humanos. Ganado hay por doquier en verano. Debemos intentar no molestarles en demasía, estamos en su terreno.

Llegamos al pueblo de Ginea saliendo en el peaje de Pobes y tras dirigirnos a Subijana es por donde llegaremos a nuestro punto de partida. Alrededor de la iglesia hay sitio de sobra para dejar el coche.

Tiramos hacia la izquierda buscando al salida del pequeño núcleo entre caseríos restaurados, con gusto por cierto, para tomar una pista de hormigón (0.00 h) que sube con ganas durante unos trescientos metros (NE) introduciéndonos en un espeso y precioso encinar, con algunos ejemplares impresionantes.



La pista sube a partir de aquí (N) de forma constante aunque suave, entre encinas y enebros con un piso de tierra y abundante piedrilla suelta. Ganando metros aparecerán los primeros pinos y, poco después hayas, que presagiarán que nos hallamos cerca de las praderías superiores. (0.55 h)

Pasamos tres charcas naturales, una a la derecha de nuestra marcha y dos a la izquierda (éstas últimas rodeadas de un precioso hayedo que en otoño nos ofrecen unas fotografías espectaculares)
Por fin el bosque se abre definitivamente y observamos la cueva Molina, una interesante cavidad que se puede visitar. (1.15 h)

Enfrente se sitúa nuestra última cumbre del día, Krutzeta, con su mojón de piedras de más de dos metros.

Le damos la espalda y, abandonando la pista que traíamos desde Ginea, subimos por encima de la cueva hasta el pequeño altozano que la cobija. Al alcanzar su parte más alta vemos nuestro primer objetivo, Coronas, con su también hito de piedra de casi dos metros muy visible.
Por un terreno llano adornado de pinos, boj, retamas, enebro y diverso matorral vamos derivando hacia la izquierda del monte (O); no hay camino pero tenemos la cumbre siempre visible. Subimos por la ladera que no veíamos desde la aproximación hasta la parte más elevada. Coronas (1168 m.) (1. 35 h)

Las vistas son espectaculares hacia cualquiera de los cuatro puntos cardinales: desde Gorbeia (NE) a la sierra de la Demanda y la Bureba (SW) Sierra Toloño y Kodes con el Jurramendi tras ellos. Al lado contrario La sierra de la Magdalena con el Tres Dedos Peñalba, San Mamés…) Más cerca, hacia el SW el Humión que tapa en parte la Verdina y el Buey… En días despejados es una gozada. Se contemplan tierras de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, además de las españolas Burgos, La Rioja y Cantabria.
Con pequeñas variaciones, será la tónica de día.

Hacia el NO vemos un pequeño cordal presidido en su izquierda por el consabido gran hito de piedras y justo en su lado contrario un mojón geodésico donde se halla el buzón. Se trata de la cumbre más alta de la zona, Repiko.


Nuevamente imaginamos un sendero de bajada (N) hacia una pista que observamos a nuestra izquierda según miramos el mojón geodésico. Como para subir el Coronas, bajamos campos a través buscando la mejor senda y tomamos altura por la pista de tierra y piedra que por el filo del cordal nos hace llegar al mojón y pocos minutos después hasta el buzón (éste tramo está balizado con cairns) Repiko (1191 m) (2.05 h)

Debemos seguir ahora los cairns que nos dirigen hasta un pequeño collado (N) tras el cual alcanzamos el Risco Malo (1166 m) (2.25 h)

Desde el Coronas estamos bordeando una gran depresión (o poljé, muy característico de terrenos calcáreos) cubierta de hierba y que congrega a una gran cabaña de vacas, caballos y ovejas. Se trata de Pozo Portillo o Nabazua. En ciertas épocas del año en su centro se mantiene una gran charca natural que en veranos con pocas precipitaciones se llega a secar.

Es hora de bajar a ella para ascender las dos cotas que la cierran por el lado contrario: Peña Colorada y Krutzeta encima del valle de Basabe, perteneciente a Koartango.

Poco antes de Risco Malo hemos visto unas señales que indican el camino de bajada. Volvemos al lugar y descendemos por una senda poco marcada (S). Si la perdemos hay que continuar en sentido de la Hoya (E). El sotobosque está a veces un poco cerrado de matorral y hayas sueltas, pero se puede salvar con tranquilidad y un mínimo de orientación.

Atravesamos la hoyada (E) sin molestar al ganado y encaramos las rocas de Peña Colorada, que nos hacen sudar un poquito. Buzón y nuevamente, magníficas vistas (1135 m) (3.10 h)

Bajamos hacia el raso de Nabazua (S) donde vemos la pista que sube (por aquí si hay que sudar) desde Arriano. Se trata del portillo de Melaria.

Caminamos pegados al borde del cantil (S) y alcanzaremos un agujero natural conocido como Ojo de Ruciribai, tan espectacular como el del Ungido en la Salbada. (3.25 h)
Por el centro de la depresión corre la pista que nos ha traído de Ginea y por la que volveremos.

Nosotros seguimos por el borde del cantil o podemos alejarnos un poco de él. Siempre tenemos enfrente el gran mojón del Krutzeta (S) bien visible y que nos marca la dirección. El terreno aquí es de lapiaz más descompuesto por lo que se debe andar con cuidado para evitar torceduras de tobillo o cosas peores. De todas formas la ladera de subida es amplia y se puede ir seleccionando el mejor recorrido. Krutzeta, (1171 m) (3.45h).


A nuestros pies vemos la pista (O) que viene de Pozo Portillo y la cueva Molina por donde la hemos abandonado a la subida. No resta sino descender (S) campo a través con cuidado por un nuevamente terreno abierto de lapiaz, hierba, matorral y algunas hayas y pinos aislados. La alcanzamos y retornamos a Ginea. (4.15 h)

Los tiempos son aproximados sin contar paradas. Nuestro ritmo fue durante todo el día suave, sin forzar.

Eduardo.


2 comentarios:

  1. Hombre, patua, patua... lo que se dice patua... no diría yo tanto, pero sí, probablemente nuestro sino es andar, caminar, sin parar... Lo único que yo entre la lógica del cazador y la del campesino, yo me quedé hace tiempo con la segunda. Los campesinos -las campesinas aún menos- andamos sólo si vamos a por setas, a por leña, o a por piedras...Seguiré tu blog aunque sólo sea por la necesidad que tiene una de vez en cuando de echarse al monte...

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  2. Patuarena sinbolikoa da, beti nondik nora ibili behar dugulako. Eta iblitzekotan medietan zehar ibiltzeko halakorik ez dago.
    Zure iruzkinak poztu nau.

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