Desde el aparcamiento de Udala (500 m) retrocedimos unos metros por la carretera que sube desde Arrasate. Enfrente, hacia el norte, se levanta la gran mole de Udalaitz. Enseguida apareció un desvío hacia la derecha que inicia la subida de la cara sur de Udalitz. Al principio se gana altura con suavidad, pero poco a poco el camino se va empinando. La pista se convierte en senda y la senda en trocha cuando entramos en la zona calcárea. La orientación, con algún giro a izquierda y derecha, es noreste hasta que alcanzamos la cota de 820 m, donde nos situamos en la arista sureste del monte. La remontamos (NO), siendo el tramo más escarpado, pero fácil de subir. Llegamos a la cruz de Udala colocada en un promontorio (1073 m) anterior a la cima y unos metros más adelante entramos en la cima de Udalaitz (1111m).
Hacia el oeste se contempla Anboto y los montes de Durango. Destaca el cresterio desde Alluitz hasta Anboto, donde se puede diferenciar el paso del diablo. Tambien destacan Mugarra y Leungane. A la izquierda de Anboto sobresale Ispizte y Orixol y detrás de ellos Gorbea. A los pies de Udalaitz, hacia el sur, el mar de nubes cubre Arrasate.
Descendimos por la vertiente oeste siguiendo unas trochas que transcurren en paralelo a la cresta que baja desde la cima. En dicha cresta sobresalen los promontorios de Erdikoatxa y Atxarrutxugane. En este tramo hay que fijarse para no perder la senda ya que aparecen varias trochas de ganado y el terreno de roca caliza y vegetación es propicio para confundirse. Llegamos a un bosque de encinas, bastante cerrado, pero siguiendo la senda no tiene pérdida. Así, alcanzamos, por fin, una pista que con dirección sudeste nos dejó en Udala, pero antes pasamos al lado de los hornos de cal de Gazeaga.
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