CALVEIRA DESDE GARDE



El tiempo no era lo suficientemente seguro como para aventurarnos en los valles de Belagua, Zuriza o Linza. Cielos encapotados y riesgo de nieve. Así que decidimos subir una cota sencilla, sin riesgo de pérdidas, pero lo suficientemente intensa como para pasar toda la mañana en la montaña y acabar bien cansados. Subimos a Calveira desde Garde.


Garde, en el valle de Roncal, es un pequeño pueblo situado en la carretera NA 176 que se dirige a Ansó por el puerto de Matamachos. Comenzamos en  la salida del pueblo con dirección Ansó. Después de caminar algo más de un kilometro por la carretera encontramos una pista que se abre a la izquierda. A la entrada de la pista hay aparcado el remolque abandonado de un camión maderero y a la derecha de la carretera están las instalaciones ganaderas conocidas como borda de Joaquin.

La pista asciende a la sierra de Garde por el lado izquierdo del barranco y da servicio a las actividades ganaderas y madereras muy intensas en estos bosques. Es un camino ancho que no presenta ningún tipo de problemas, según avanzamos vamos encontrando restos de la tala y almacenamiento de troncos de pino silvestre que es el árbol dominante, también los abetos. Poco a poco cogemos altura, la pista se va inclinando y mantenemos casi desde el principio una orientación NE.

Hacia la mitad nos encontramos con otra ruta que sube por el mismo barranco pero desde su lado derecho y que se dirige a la ermita de la Virgen de Zuberoa.


Continuamos por nuestro camino. Nos paramos varias veces para fotografiar los alrededores. Enfrente, hacía el sur, teníamos la sierra de San Miguel con el Dozola invisible, tapado por las nubes. El trazado dibuja varios Zig Zags que nos acompañaron hasta un primer collado donde cogimos dirección E manteniéndola casi hasta el final. Alcanzamos el siguiente collado entre Iñari y Calveira que no pudimos ver en ningún momento por lo cerrado del día. Justo debajo de Calveira abandonamos la pista para encaramar, a nuestra derecha, los últimos metros de la ascensión. En la cima, hito geodésico, buzón y el recuerdo de Mikel.

Decíamos al principio que el cielo estaba tapado y que nos nevó, aunque poco. Sin embargo, la nieve del día y la noche anterior era abundante, dejando blanco todo el paisaje, los abetos cargados y el camino de un blanco inmaculado con el único inconveniente en la necesidad de hacer huella de más de 20 cm.


Para acabar sólo un detalle. Cuando volvimos al inicio de la pista el día había abierto y la suerte nos regaló la imagen de un buitre posado en la copa de un alto pino, extendiendo las alas para secarlas, aprovechando los escasos rayos de sol.


Mikelen omenez

Ez dakit zer esan. Esagutu zintudan Gardeko mendietan, Belagua, Zuriza eta Linzako mendietan. Nire oroimenean izango zara loturik mendi hauekin betiko.

Nun hago, zer larretan

Soraluzeko mendizale
Mendi hegaletan gora

Oroitzapen den gerora

Ihesetan joan hintzana

Hesia urraturik

libratu huen kanta

lotura guztietatik

gorputzaren mugetatik

aske sentitu nahirik




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